Estaba meditando en la Palabra de Dios, orando en su presencia, cuando estas letras brotaron de mi corazón. Te las comparto y espero que en este día, hayas podido estar a solas con Jesús, derramándole tu alma, abriéndole tu corazón. Dejando que la presencia del Espíritu Santo te inunde para que puedas así sentir, en esa bendita intimidad, el dulce amor de Dios.
Amor mío...
Me desperté de repente sintiendo tu cariño.
Sabía que estabas a mi lado, porque tu perfume olí.
Y me cobijé en tus brazos y me recosté en tu pecho.
Y me permití dormirme abrazada a Tí.
Mi corazón late por tenerte cada día.
Mi respirar fluye, gracias a Tí.
Si ando y si vivo es por tu amor.
Ese amor poderoso que me redimió.
Amarte, adorarte, servirte, abrazarte.
Todo es poco para demostrarte mi amor.
Y si tuviera alas viajaría a las estrellas.
Te elegiría la más bella y te la regalaría hoy.
Jesús, Jesús, Jesús...
Un nombre que sabe a dulce miel.
Tú eres el amor de mi vida.
Por siempre amado, mi Jesús de Nazareth.
Eternamente enamorada de Tí.... Tere.
No me imagino mi vida sin Jesús, no me imagino comenzar el día sin estar en su presencia, buscando su guía, consagrándome a Él, leyendo la Biblia, buscando apasionadamente la presencia del Espíritu Santo para que me inunde de sus ríos.
Tenemos un Dios amoroso, un Padre que nos anhela celosamente y no podemos ni debemos ser indiferentes a ese gran amor.
¡Qué importante en este día, tomar la decisión personal, de menguar a nuestra carne, para que Cristo crezca en nuestro corazón!
¿Le dijiste hoy a Dios qué lo amás? ¿Es Él una prioridad en tu vida?
¿Estás dispuesta/o a sacrificar horas de tu sueño, o de Facebook o lo que fuera, solamente para cerrar la puerta de tu habitación y estar a solas con el Espíritu Santo?
¡Qué en este día nuestros oídos espirituales sean destapados!
¡Qué estemos atentos a la voz de Dios!
Qué sepamos discernir cuándo Él nos habla, qué hayamos pasado tanto tiempo en su presencia, qué nos es familiar oír cuando nos diga...
Isaías 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Dios nos está llamando a vivir un estilo de vida superior en Cristo Jesús.
Nos está llamando a vivir en santidad, en obediencia conforme a su Palabra.
Dios está buscando quien de sus hijos se ponga en la brecha a favor de...
Es tiempo de despertar y salir de tanta seducción que ofrece el mundo.
Es tiempo de poner la mano en el arado, de correr hacia la meta en Cristo Jesús.
Es tiempo en el que Dios nos va a estar llamando, espero que nos encuentre diciéndole...
__Heme aquí, envíame a mí. Porque mi corazón muere de amor por Tí Jesús y es un honor ser un instrumento útil en tus manos.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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