lunes, 22 de abril de 2019

miércoles, 17 de abril de 2019

Un miercoles con Jesús

Hola, esta mañana estaba meditando sobre la Biblia, la Palabra de Dios.
Más precisamente sobre la siguiente historia que te invito a leer junto a mí:
Jesús se aparece a María Magdalena
Juan 20:11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;
12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)
Sin lugar a dudas es una de mis historias favoritas. No puedo dejar de emocionarme al pensar en aquel momento. Y desde ya, no puedo dejar de conmoverme, al sentir que Jesús está ahora mismo, hablándonos al corazón.
No sé por la situación que estás atravesando, pero quizás, al igual que María, estás ante un momento crítico, habiendo perdido a un ser querido.
O tal vez, problemas de salud, familiares, económicos, de pareja, o en tus estudios, etc. no te dejan ver con los ojos de la fe.
Quiero decirte algo, siempre, pero siempre, Jesús está con vos y camina a tu lado.
Siempre le interesa tu situación y al igual que lo hizo con María, hoy lo hace con vos y te dice:
_Amada, hija mía...¿Por qué llorás? Yo Soy y camino siempre contigo.
¡Bendiciones!

martes, 16 de abril de 2019

Unos de mis textos favoritos




Juan 21:25 Jesús hizo también muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, pienso que ni en el mundo entero cabrían los libros que se escribieran.

Jesús es una fuente inagotable de vida, de paz, de salud, de restauración, de nuevos comienzos.
Permitite recibir su amor.
Imaginate si en este texto nos enseña que hizo tantas cosas, que ni siquiera los libros cabrían en el mundo entero; entonces ese Jesús maravilloso puede y quiere hacer grandes cosas a tu favor.
¡Créelo!



¡Bendiciones!

miércoles, 3 de abril de 2019

Yo quiero ser una mujer de influencia... ¿Y vos?


Hola, esta mañana vino a mi corazón la palabra influencia.
Y al pensar en influir, viene a mi mente, el poder empatizar, guiar e inspirar a alguien.
Automáticamente recordé el nombre y la historia de varias mujeres de la Biblia que son de gran inspiración.
Por ejemplo:
María la mamá de Jesús, una joven que le creyó a Dios.
Pienso en Loida y Eunice, la mamá y la abuela de Timoteo.
En Ruth, la nuera de Noemí.
En María Magdalena y todas las mujeres que sirvieron al Maestro.
Pienso en la jueza y profetiza Débora.
Viene a mi mente Sara, la esposa de Abraham.
Pienso en Marta y María, amigas de Jesús.
Y por supuesto que hay muchas mujeres más, a las cuales te invito a que puedas buscarlas en la Biblia y leer sobre sus historias.
Cada una de ellas, vivieron en una época diferente, pero que todas ellas, nos dejan enseñanza de amor y lealtad a Dios. Mujeres que sin lugar a dudas nos dejaron huellas de bendición y de enseñanza, a seguir.
Y pienso en nosotras, que por medio de nuestros consejos, basados en la Palabra de Dios. Por medio de nuestras oraciones. A través de nuestro testimonio. Y teniendo cada día una vida conforme al corazón de Dios, llenas del Espíritu Santo; podemos llegar a ser un legado inmenso de bendición para los demás.
Pero también pienso que muchas veces, con un corazón lleno de falta de perdón, enojo, culpa, amargura, tristeza, etc. podemos convertirnos en mujeres de influencia negativa (Hebreos 12:15), contaminando así la vida y el corazón de todos los que están a nuestro alrededor.
Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye. (nvi)
Oremos:
Querido Dios, en este día me arrepiento de todos mis pecados. Te pido ahora que me ayudes a ser una mujer conforme a tu corazón. Quiero ser una mujer que impacte la vida de los demás, que mi vida huela a tu presencia querido Dios.
Renuncio en el nombre de Jesús, a todo lo que me domina y me lleva a ser una mujer que en vez de bendecir, solamente lastimo y daño a los demás.
A partir de hoy, querido Dios, tomo el compromiso de cambiar y convertirme en una mujer de influencia, de inspiración para los demás. Espíritu Santo te necesito, lléname de tu presencia.
En el nombre de Jesús.
¡Bendiciones!

lunes, 1 de abril de 2019

Para este comienzo de semana y del mes de abril:


Pensando en Tí.
Pensando en Tí Jesús...
Es que puedo volver a sonreír en primavera.
Pensando en Tí, soy feliz a pesar de las pruebas.
Pensando en Tí y amándote a Tí.
Pensando en Tí Jesús...
Es que puedo oler a rosas, a lirios y a fresias.
Pensando en Tí, yo me siento plena.
Pensando en Tí y amándote a Tí.
Porque junto a Tí, vuelvo a empezar cada día.
Y siento de tu amor, que rodea mi vida.
Siento esperanza y siento paz.
Siento que me llenas el alma, de alegría.
Para reflexionar:
¿Cuánto hace qué no pensáis en Jesús?
¿Cuánto hace qué no sentís a Jesús a tu lado, amándote y guiándote?
Te invito en este comienzo de semana a abrir tu corazón y decir:
Querido Dios, en el nombre de Jesús, te entrego este comienzo de semana en tus manos.
Te pido perdón por no ponerte en primer lugar en mi vida.
Pero a partir de hoy, no solamente pienso en Tí, sino que te pido que camines conmigo, que seas mi renuevo, mi paz, mi guía y mi fortaleza.
Espíritu Santo te necesito, deseo que llenes mi vida de tu presencia.
Romanos 8:37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios,* ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes,
39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
¡Nunca te olvides cuánto te ama Dios y qué por medio de Jesús, está tu victoria!
¡Bendiciones!