jueves, 22 de noviembre de 2018

Mujeres de la cárcel




Hola... Como cada mañana, preparé mi mate, tomé mi Biblia y me dispuse a pasar un tiempo de relación, de oración y de amor con Dios.
Y de repente, sentí que el Espíritu Santo, me inquietaba a publicar el siguiente escrito, tomado de mi libro. 
No sé si es para vos, o tal vez para que se lo compartas a alguien que conozcas.
Mujeres de la cárcel
(De mi libro "Ahora sé quién soy Junto a Bellas Historias")
Quiero dirigirme a aquellas mujeres que están en una cárcel privadas de su libertad. 
Quiero decirte querida amiga que Dios conoce la angustia y la tortura que estás pasando. 
Tal vez sentís que ni Dios puede perdonarte, o quizás culpes a Dios por tu condición actual.
La Biblia dice que para aquella persona que cree y acepta a Jesús en su corazón y se arrepiente de sus pecados, las cosas viejas pasaron, Dios hace todo nuevo.
2 de Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas
Pero también me imagino que pensarás lo fácil que es hablar así, porque yo estoy del otro lado. 
Te entiendo, pero así no solucionás nada.
Ponéte de pie por dentro, no perdés nada si dejás a Dios obrar.
Hoy tomé mis apuntes para continuar escribiendo este libro y le pregunté a Dios:
_ ¿Qué le querés decir a las mujeres hoy? 
Y Él habló estas palabras a mi corazón:
_ Hoy quiero hablarles a las mujeres que están en la cárcel. 
Decíles que las amo, que di mi vida por ellas, que crean en Mí, que me entreguen sus vidas.
Porque Yo Soy El Gran Yo Soy. Soy Dios fuerte y poderoso. Soy Dios amigable y mis oídos están atentos a la voz del que me busca.
Decíles a las mujeres que están en la cárcel que soy el Dios de los imposibles, soy Jesús, que di mi vida por amor a ellas. Que conozco sus llantos, sus tristezas, sus odios y sus rencores, que cada instante de sus vidas Yo lo conozco. 
Decíles que hoy es tiempo de cambiar y el que a Mí viene, no le echo fuera. 
Decíles que prueben mi amor, “Yo Soy Fiel y Verdadero”.
Cuando Dios habló a mi corazón todas estas palabras, sentí tanto su presencia y amor que me conmovieron hasta el alma. Realmente me di cuenta el caudal de vida y el profundo amor que emana de su corazón y cómo está dispuesto a derramarlo sobre todas las mujeres. 
Me encantaría que vayas a las primeras páginas de este libro y entregues tu vida a Jesús.
Te invito a hacer esta oración:
Amado Dios, en el nombre de Jesús, te pido ayuda para creer en vos y para vivir en tus caminos. Me perdono por lo que he cometido, te perdono porque siento que me abandonaste, te pido perdón por todo lo que hice. Perdono a las personas que facilitaron que esté aquí. 
Espíritu Santo, quiero conocerte, quiero cambiar, por favor lléname de tu presencia ahora y siempre. Dios poderoso, en el nombre de Jesús pongo en tus manos mi condena, sea en mí tu voluntad. Amén.
Tampoco me puedo olvidar de que hay muchas mujeres que están en libertad, pero que están presas en cárceles emocionales y espirituales, que las llevan al suicidio, a la depresión, al pánico y que viven con pensamientos de muerte. Hoy Dios quiere sanarte y tener una relación personal con vos. 
¡No te olvides qué Jesús te ama!


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