Una vez más nos miramos a los ojos...allí estás con tu mirada fija en el cielo
y allí estoy yo, hablándote con mi corázón, expresándote cuanto te amo y anhelo.
Una vez más me deleito en estar con los niños y saborear junto a ellos sonrisas y globlos llenos de dulces y alfajores.
Me encanta como Dios acercarme a mis hijos y ser grato perfume que los rodea y cuida.
Una vez más como cada vez, me encuentro cuidándote y disfrutando tu crecimiento y entregándote todo mi amor.
Y hoy que ha pasado el tiempo, que ya eres toda una mujer....
Vuelvo a mirar esos días en que como tierna niñita elevabas tu mirada hacia
el cielo y te envolvías en mis nubes donde sólo yo te sabía cuidar.
Pero hoy que eres toda una mujer, no has perdido tus principios
y cuan niña pequeñita cada día vuelves a mí.
Y yo una y mil veces me deleito en mirarte, me encanta abrazarte y escucharte hablar.
Sólo yo soy tu Dios, tu amigo fiel y verdadero, sólo yo soy tu fortaleza y tu aliento de vida para amar.
Y aunque pasen los años, siempre serás la pequeñita que con sus manitas chiquititas
me llamaban papá.
!Qué Dios te bendiga!
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