Hola... Bendiciones para este comienzo de semana.
Hoy en Buenos Aires es una mañana fría y con mucha niebla, casi no se puede ver nada.
Quiero invitarte a que me acompañes a leer esta hermosa palabra y así meditar sobre ella.
Salmo 63:1 Dios, Dios mío eres Tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
63:2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.
63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
63:4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.
63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
63:6 Cuando me acuerde de Ti en mi lecho,
Cuando medite en Ti en las vigilias de la noche.
63:7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
63:8 Está mi alma apegada a Ti;
Tu diestra me ha sostenido.
63:9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
63:10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.
63:11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
63:2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.
63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
63:4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.
63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
63:6 Cuando me acuerde de Ti en mi lecho,
Cuando medite en Ti en las vigilias de la noche.
63:7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
63:8 Está mi alma apegada a Ti;
Tu diestra me ha sostenido.
63:9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
63:10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.
63:11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
Cuantas veces pasamos por injusticias de personas que se levantan hablando mentiras contra nuestra vida y hogar. Mentiras que destruyen, que se instalan y que parecería no irse nunca más.
Pero gloria a Dios que tenemos su bendita Palabra que nos alienta, nos anima y nos da esperanza y paz.
Esta mañana, apenas abrí mis ojos, sentí en mi corazón leer el Salmo 63 y cuando comencé a meditar cada palabra, mi corazón comenzó a recibir aliento. Cada día reconozco que Dios es mi Señor y sé lo que es buscarle de madrugada, insistir en oración, clamar de rodilla mientras raya el alba.
Toda mi vida tiene sed del Dios vivo, sé que en el medio de las luchas y las pruebas he de alabarle, porque Él me fortalece, Jesús es mi fortaleza y mi pronto auxilio en la tribulación. Mi alma está apegada a Dios y he visto y veo su diestra sostenerme cada día, por eso le doy gracias y le amo y le sirvo, no solamente por lo que me da, sino por lo que Él es y significa para mi vida.
No sé por la situación que estés atravesando en este día, tal vez te encuentres como yo, con enemigos que se han levantado, tratando de destruir tu vida, tu testimonio, tu hogar, etc. con mentiras, maquinando en la oscuridad una trama oculta para anularte y sacarte de la batalla.
Pero quiero alentarte, quiero animarte y así decirte que tenemos un Dios muy pero muy grande que cierra la boca de los leones, que levanta bandera por nosotros y nos saca en victoria.
¡Qué en este comienzo de semana, solamente nos dediquemos a hacer silencio ante la presencia de Dios, buscando su rostro, su respuesta, su poder, su guía!!
¿Sabés por qué? Porque como dice este Salmo... La boca de los que hablan mentira será cerrada.
Jesús es nuestro abogado y Él cerrará la boca de aquellos labios mentirosos y se gloriará al vernos rendidos ante sus piés, dando gloria solamente a Él por lo que hizo por nosotros.
Salmo 63:7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Hoy levantemos nuestras manos al cielo, declaremos victoria en el nombre de Jesús, porque Dios es nuestro socorro y estamos escondidos debajo de sus alas y allí está nuestro regocijo, porque nada ni nadie nos podrá hacer mal.
Isaías 59:19 .... porque vendrá el enemigo como río,
mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!