San Lucas 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Evidentemente María no era una mujer que se dejaba guiar por su emociones; sino por el contrario, ella era reflexiva, la cual meditaba cada situación en su corazón, esperando siempre la respuesta de Dios.
María siempre escuchaba con atención y luego atesoraba en su corazón lo que Dios le decía. Sin lugar a dudas un ejemplo a seguir.
Pienso en nuestros momentos de oración, de intimidad con Dios... ¿Realmente tenemos nuestros oídos espirituales atentos a la voz de Dios? ¿Prestamos atención a lo que nos dice su Palabra, la atesoramos en nuestro corazón?
Sería muy interesante que hoy nos formulemos las siguientes preguntas:
¿En qué cosas, personas, situaciones, está meditando y atesorando mi corazón?
¿Tal vez la duda, la incredulidad, la falta de perdón, el enojo, la desesperanza, están ocupando un lugar en nuestro interior, llevándonos a no oír ni creer la palabra de vida y esperanza qué Dios tiene para nosotros?
María, la mamá de Jesús, una mujer digna de imitar, una mujer que nos dejó huellas a seguir. Pero no nos olvidemos que ella ha sido una mujer terrenal igual que nosotros, una mujer con temores, con angustias, con momentos de gozo, pero con muchos momentos difíciles. Pero ella, se mantuvo siempre en una meta, tener su corazón, su mente y toda su vida, en humildad ante Dios. Ella tenía su corazón alineado al del Padre Celestial.
Salmo 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra Ti.
Guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón, meditarla y ponerla por obra. Tener una relación intima con el Espíritu Santo, recibir en Cristo Jesús vida abundante, dejar que el amor del Padre nos envuelva hoy, nos llevarán a tener un día en el que podamos ser libres y disfrutar así del amor de Dios en nuestro corazón.
No nos olvidemos, que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, Él es el único que nos lleva a la salvación y vida eterna, Él pagó con su vida, para que tengamos salvación, sanidad y vida eterna. En Él está nuestra victoria!!
San Juan 14.6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí.
1de Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
¡Qué Dios te bendiga!
Con cariño: Tere.
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