En dónde te encuentres, desde mi corazón, te deseo qué Dios bendiga tu vida y tu familia.
No termines este año, sin rendirte a los piés de Dios, sin recibir a Jesús en tu corazón, sin dejar que el Espíritu Santo te llene de su presencia.
No termines este año sin orar, sin leer la Biblia, sin perdonar.
No dejes que este domingo sea un domingo como los demás, proponete en Cristo ser una persona que deja huellas de bendición en el corazón y las vidas de los demás.
Jesús te ama, no hay nada ni nadie que te puede separar de su gran amor.
Amado/a, te regalo este pasaje bíblico, para que lo análisis y veas a la luz de la Palabra; cuánto te has preocupado en ver como ha prosperado tu alma.
3 de Juan 1:2 Amado, Yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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