¿POR QUÉ ESTÁS ASÍ?
Esta breve historia me sucedió a mí, un día en mi cocina.
Apoyé mi cabeza sobre mis manos, era como si trataba de sostener el peso de tanta preocupación que había en ella.
Mi respiración estaba entrecortada y una angustia fuerte invadía mi ser.
Hasta que en mi interior sentí que Dios me decía:
__¿Por qué estás así? ¿Por qué dejaste qué te gobierne la angustia, el temor y la incertidumbre?
Y de repente este texto se hizo eco en mí:
Salmo 121:1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
Es verdad me dije a mi misma. Toda esta situación me está robando la bendición de elevar mi mirada a Dios. Mi obligación como hija de Dios es orar y creer, es esperar en Él, sabiendo que Dios tiene cuidado de mí y de los míos.
Tenemos un Dios amoroso, que no duerme, ni se dormirá jamás, porque su amor tan infinito nos guarda hasta el final.
Salmo 55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
Jesús en su sacrificio en la cruz se llevó nuestros pecados, nuestras enfermedades y todas nuestras dolencias, cargas, preocupaciones, etc.
¡Qué hoy sea un día de reflexión y de acción!
¡Qué hoy podamos echar en las manos de Dios cada una de nuestras cargas, sabiendo que Él nos sustenta, nos guía y nos levanta!
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