miércoles, 22 de febrero de 2017

REFLEXIÓN PARA ESTE MIERCOLES


CADA DÍA DEBO ESTAR …. “A LOS PIES DE JESÚS”
En la Biblia la palabra pié aparece 250 veces, aunque no siempre con la misma relevancia simbólica. 
Algunas veces aparece con lo que tiene que ver con lo corporal y otras veces en base a una comparación relacionada con lo espiritual.
Cuando hablamos de estar a los pies de Jesús, nos está enseñando en cuanto a tener una actitud de humildad, de reconocer su grandeza, su poder y su majestad.
Postrarse: Ponerse de rodillas en señal de súplica o adoración
Algunas características de lo que ocurre cuando vamos a los pies de Jesús:
San Mateo 15:30 Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;
A los pies de Cristo ocurren los milagros.
¿Qué necesitás poner a sus pies en este momento?
Ej: Una enfermedad, problema matrimonial, una lucha personal, tu relación con Dios, problemas familiares, económicos, etc.
San Marcos 5:22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,
Jairo necesitaba que Jesús resucitara a su hija, él lo primero que hizo se postró ante quien tenía el poder para hacerlo.
¿Qué estás necesitando qué Jesús resucite hoy?
San Lucas 17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
¿Hay un milagro, una oración contestada qué Jesús hizo en tu vida y qué una vez recibido no fuiste a su presencia a adorarle y agradecerle?
Cuando Jesús da su vida en la cruz, venciendo a la muerte y a satanás, todas las cosas, todo el mundo espiritual fueron sometidos bajo sus pies y por ende nosotras como sus hijos tenemos autoridad en Cristo para orar y esperar que los milagros ocurran.
Efesios 1:22, “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”.
Para reflexionar:
¿A los pies de qué o de quién estás?
San Lucas 10:39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
María estaba a los pies de Jesús y allí oía lo que Él le tenía para decir.
Debemos parar y sentarnos a los pies del Maestro, pasar tiempo con Él, calmarnos, aquietar nuestras emociones alteradas. Debemos estar a sus pies como lo hizo María de Betania, porque estando sentados a sus pies podemos oír lo que tiene para hablarnos.
¡Bendiciones!

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