miércoles, 2 de septiembre de 2020

Estoy aquí… (Mientras recorría mi blog encontré este escrito y te lo vuelvo a regalar)



Sabrina detuvo su mundo por un instante, ya que entendió que su vida tan agitada no podía seguir sin Dios.

Se preparó un café, se quitó su calzado, se colocó sus lentes y la Biblia en sus manos tomó. 

Y al comenzar a leer la Palabra de Dios, entendió cuánto lo había dejado de lado. Ella comprendió que corría y vivía sin consultar a Dios. 

Y fue así que estas palabras le dijo con todo su corazón:
__ Estoy aquí... 

Y como en un susurro suave sintió en su corazón que Dios le respondió: 
__ También estoy aquí... 

 Inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas, se sintió tan feliz por volver a sentir la presencia de Dios. 

 Y entendió que siempre Dios nos ama y que nos espera con eterno amor.

¡Qué interesante poder hoy parar nuestro mundo y volver a darle a Dios el primer lugar en nuestra vida y nuestro corazón! 

Dios no se aleja de nosotros, sino por el contrario, somos nosotros quienes muchas veces corremos delante de Él soltándonos de su mano.

 Proverbios 8:17  A los que me aman, les correspondo; a los que me buscan, me doy a conocer. (NVI) 

Isaías 41:10 Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (NVI)

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Teresa Di Marco Olsson



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