Me dirigí a la habitación de uno de mis hijos, para colgar su camisa, y al pisar el primer escalón para bajar, patiné y caí con una velocidad tan fuerte que con mis caderas rompí el escalón grueso de madera. Luego en décimas de segundos me fui para atrás y me golpee bruscamente mi cabeza. Me desvanecí por unos segundos, gracias a Dios justo llegó mi hijo y me tomó en sus brazos.
Me llevaron a la clínica, mi cabeza sangraba, todo el cuerpo me dolía, no podía estar sentada, ni parada. Me sacaron una tomografía y advierten una fisura en mi cabeza. Me cosieron, me dieron cuatro puntos, y el doctor me dijo:
__Vamos a coserte y después vamos a ver bien esta tomografía para ver qué hacemos contigo.
Y en el momento de mirar otra vez el estudio, la fisura ya no estaba.
¡Gloria a Dios!!
No voy a negar que pasé unos días muy dolorida, no tenía posición para dormir, no podía caminar bien, era como si un camión me hubiera pasado por encima.
Y al pasar la segunda semana, comencé a sentir síntomas y dolores que no eran normal, cada vez empeoraba más. Así que una mañana dije basta!!!! me puse mi mano sobre mi cabeza y oré:
__En el nombre de Jesús reprendo todos estos síntomas que nada tienen que ver con la caída.
Inmediatamente todo se fue, solamente a un mes tengo apenas unos leves dolores, diríamos lo normal para una caída tan grande.
Si me preguntan como estaba mi fe en el momento de ir a la clínica, la verdad que tenía una mezcla de sensaciones. Para hacerte la tomografía tenés que hacer una orden de internación, eso ya me asustó, lo único que le decía a Dios, por favor que no me dejen internada. Oraba, pero a veces era invadida por la desesperación, estaba en shock, hablaba y hablaba y eso que yo hablo, ja,ja.
Creo que la gente que estaba en guardia, no se habrán olvidado de mí, una loca, con la cabeza abierta, que hablaba sin parar, ja,ja.
Pero en mi corazón, sabía que Jesús estaba conmigo, que su presencia santa me acompañaba, Él se encargó de aquietar mis emociones.
Quienes viven situaciones límites, saben a lo que me refiero, querés creer con todo tu corazón, y a la vez algo en tu ser se levanta queriendo traerte desesperación. Es una lucha interna, pero gloria a Dios que el Espíritu Santo intercede con gemidos indecibles por nosotros y nos comienza a dar poder para vencer y creer.
Quiero dar la gloria a Dios por lo que una vez más hizo en mí y quiero alentarte a que confíes, a que creas en el poder de Dios, sanando, librándonos del mal. Jesús tiene poder para ir en contra de cualquier mal pronóstico y diagnóstico que te hayan dado.
¡Hay victoria en Jesús, Él te ama, Él tiene cuidado de tu vida y tu hogar!!
Salmo 91:9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, |
10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. |
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. |
12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. |
¡Qué Dios te bendiga!
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