Entre experiencia personal y reflexión:
Dios no nos creó con el propósito de vivir bajo el maltrato de nadie,
Por el contrario, Dios desea que por medio de Jesús, encuentres en Él, tu propósito en la vida.
Dios desea acompañarte en tu caminar diario, desea ayudarte en resolver tus problemas, desea que le invites a involucrarse en tus asuntos.
Dios desea reír con vos y también desea consolarte y darte nuevas fuerzas cuando estés atravesando por algún llanto.
En lo personal, me costó mucho, poder decirle a la gente esa palabra tan poderosa y ahogante muchas veces, como es la palabra NO.
El decirle no puedo a alguien, era para mi un desafío: ya que vivía pensando en qué tenía que agradar, obedecer y correr detrás de cada persona que me daba una orden, sin importar lo que yo pensara o lo que me pasara.
Hasta que fui descubriendo mi identidad en Jesús, fuí tomando confianza, fuí rompiendo en su nombre todas las ataduras que me frustraban y oprimían.
Pero gracias a Jesús, me permití equivocarme como cualquier ser humano. Me permití decir no lo sé, cuando algo no lo sabía.
En Jesús encontré mi crecimiento emocional y espiritual y por ende muchas de mis dolencia físicas comenzaron a ser sanadas.
Pero tuve que dar el primer paso y fue mirarme por dentro y reconocer lo que me pasaba.
Luego, me puse de pié por dentro e invité al Espíritu Santo a que me ayudara con todo el lío emocional que estaba atravesando.
No fue fácil, pero pude lograrlo en Jesús. Soy en las manos de Dios, una obra en construcción permanente.
Y aún hoy en día, me encuentro tal vez obrando de una manera que creía ya superada, pero ahora trato de no frustrarme, ahora me permito aprender de mis errores y trabajarlos de la mano de Dios, para salir en victoria y con un crecimiento que antes no tenía.
Y no me estoy conformando en apañar mis errores, sino estoy diciendo que como ser humano, siempre me voy a equivocar.
Pero esas equivocaciones, me deben llevar al crecimiento constante, me deben llevar a moverme en fe y por supuesto a cambiar y a avanzar tomada de la mano de Dios.
El desafío de hoy: Es animarnos a afrontar y a vencer esa palabra chiquita y poderosa como es el NO.
Y aprender a decir no puedo, no quiero, no lo voy a permitir, etc.
Tenemos autoridad en Cristo Jesús, para vencer.
Pero también te quiero decir que en lo personal invertí mucho tiempo en cambiar y en dejar a Dios obrar en mi interior.
La falta de perdón, la amargura, el odio, el deseo de venganza, el aislarnos, la culpa, la tristeza, pensamiento de muerte, etc. nada de eso viene de Dios.
Sino por el contrario, nos aleja de su presencia y abre puertas emocionales, espirituales y físicas que nos terminan colocando en un pozo de oscuridad.
Hoy Jesús te está invitando a que vayas a Él y aprendas a dejar tus cargas en sus manos.
Mateo 11:28 "Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso. (nvi)
En dónde te encuentres, cerrá tus ojos, abrí tu corazón y dejate amar por Dios.
¡Bendiciones!