viernes, 7 de septiembre de 2018

¡Qué bien se siente estar viva!

Mirar hacia el cielo por mi ventana
Y darte las gracias por estar viva.
Respirar bien profundo y sentir el latir de mi corazón.
Abrazarte bien fuerte con mis manos hacia Tí extendidas.
Deseando dibujarte con mi alma canciones de amor.


Sonreir y llorar dándote las gracias.
Saltar y danzar porque por Tí estoy sana.
Abrir mis labios y declararte palabras de amor.
Y envolver tu corazón con mi canto de pasión.


Saberte a mi lado me llena de gozo.
Me emociona el alma, hace vibrar mi corazón
Me apasiona contemplar tu rostro en cada mañana.
Me encanta saberte que sos un Dios vivo
Que tocó mi vida y mi cuerpo sanó.

Que se llevó las heridas de mi alma afligida.
Y ungió con óleo de alegría mi corazón.


¡Quién hubiera dicho qué estoy viva!!
¡Si tan sólo cuatro años de vida fue la sentencia para mí!
Y me ví morir muchas veces, sintiendo que a mi alma le llegaba el fín.

No pude criar a mis hijos, no podía respirar con normalidad.
La fatiga extrema me mataba, el llanto y el pánico ahorcaban mi interior.


Pero de repente se hizo gran silencio...
Hubo gran bonanza y tu voz se escuchó...
__Tere hija amada estás sana por Jesucristo
Hoy se termina tu sufrimiento y pongo en Tí una nueva canción.


Y así amigas fue pasando el tiempo.
Disfruto por su gracia de buena salud.
Ya no lloro por los rincones, ni muerdo de dolor mis labios.
Hoy mi vida toda Jesús la cambió,
Puedo reír y amar la vida.
Y soy feliz por su infinito amor.
Tengo un cuerpo sano por la gloria de Jesucristo.
Porque Él me miró y su virtud puso en mí.
Esa virtud sanadora que a Él le caracteriza.
Esa virtud sanadora es también para Tí.


En dónde estés, no te desanimes, sí Dios hizo un milagro tan grande en mi vida, sé que también lo va a hacer en vos.
Entregale a Jesús tu corazón y dejá que Él te sorprenda, Él no hace acepción de personas, Él es experto en resolver nuestros imposibles.
Jesús tiene todo el poder para ir en contra de todo mal diagnóstico y declararte vida y salud en dónde la estás necesitando.


(Esta entrada la escribí en este blog, el 27 de noviembre del 2011, dando las gracias una vez más por estar viva)

¡Bendiciones!

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