Hola... ¿Cómo están?
Estaba pensando en Jesús, en lo hermoso y maravilloso que es Él.
Pensaba, meditaba y me emocionaba por tener a un amigo tan fiel como Jesús.
Cada día me enamora con su presencia, cada día se acerca a mí y me llena de su amor.
No sé qué haría si no lo tuviera, no entiendo vivir si no es por y para Él.
Entonces pienso en nosotras como mujeres, pienso en la cantidad de veces que vivimos tan aceleradas, tan preocupadas, tan ansiosas.
Pienso en que muchas veces no nos detenemos ni siquiera un segundo para mirarnos al espejo, para tomar una taza de té o simplemente para estar con nosotras mismas.
Entonces, comprendo que esta vida tan a las corridas mucho menos nos permite pasar tiempo de calidad a solas con Dios.
Nuestra vida es consecuencia de nuestras decisiones. Somos responsables por nuestros propios actos.
Nosotras tenemos el poder de elegir, tenemos la libertad de hacerlo, porque Dios nos dio dominio propio y no nos hizo una máquina.
Él no nos maneja, Él solamente nos invita a darle nuestra vida y nuestro corazón.
Mi anhelo en este día jueves, es que podamos detener por un instante nuestro mundo y priorizar estar a solas con Jesús.
Dejemos que el Espíritu Santo nos llene de su presencia, dejemos que nos renueve y nos inunde de su unción.
Hebreos 12:2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, (nvi)
Para hoy, seamos rápidas en quitar nuestra mirada de todo aquello que nos aleja de Dios y volvamos a poner nuestros ojos en Jesús. Él es nuestro ejemplo, nuestro ayudador, nuestro pronto auxilio en la tribulación.
No te vayas de esta entrada, sin dejarme tu comentario, me encantaría saber de vos.
¡Bendiciones!
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