jueves, 9 de diciembre de 2021

No tengas miedo a vivir



A veces sentimos que la angustia nos invade el alma, nos aflige el espíritu y nos amarga el corazón.

Y queremos comenzar un nuevo día, pero hay algo que nos paraliza, sintiendo que nos abraza hasta ahogarnos el temor.

Ese temor que viene y nos asalta, que nos lleva a la tristeza y nos hace creer que no va a volver a salir el sol.

Ese temor que nos abraza, aprovechando en estos tiempos que estamos viviendo, donde nos intenta sumergir en el miedo y en la desolación.

Pero no nos debemos olvidar que nuestro socorro viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra.

Él es quien viene a nuestro socorro y el que levanta por nosotros bandera.

Recuerdo aquella mañana en la que me sentía particularmente afligida por una determinada situación, en la cual sin darme cuenta fui abriendo puertas espirituales al miedo, al dolor y a la desesperanza.

Evidentemente sin darme cuenta, me fui dejando atrapar por todo lo que me rodeaba, quitando así mis ojos de Jesús (Hebreos 12:2) para ponerlos en mis miedos y en la escena en donde me encontraba.

Pero al cerrar mis ojos para pedir ayuda a Dios, sentí que su voz suave hablaba a mi corazón:

_No tengas miedo a vivir, seguí adelante, Yo estoy con vos.

Si estás atravesando una situación como la que atravesé un día, te invito a hacer esta oración:

_Dios en el nombre de Jesús te pido perdón por mis pecados, te entrego toda mi vida ahora, haciendote el Señor de todo mi ser.

Renuncio a todo lo que me agobia, me oprime, me da temor, miedo y llena mi corazón y mi alma de desolación.

Renuncio a tener miedo a vivir, renuncio al temor de que a mis seres amados les pase algo malo.

Te lo pido todo en el nombre de Jesús y pido al Espíritu Santo que me llene de su presencia, amén.

Salmos 121
1 A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
6 De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.

Con cariño: Tere.

Bendiciones.

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