Salí de mi cuarto, como cada mañana, tomé de la sala mi capelina y me decidí a dar un largo paseo por mi jardín.
Me deleité juntando flores, pensé en qué lugar de la casa quedarían mejor.
Recordé mi niñez, mis amigas y mis tardes de galletitas y leche.
Recordé mi infancia toda, recordé mi adolescencia y mi primer beso.
Caminé y sonreí sola...con la observación sorprendida de algunos pájaros.
Sé que ellos me miraban con asombro, pero verán en el día a tantas personas locas lindas como yo, hablar sola.
Las plantas me saludaban al pasar, acompañadas de la melodía del viento.
Y los rayos del sol acariciaban mi rostro como cuando me dijeron el primer te quiero.
Aprendí a disfrutar la vida y a retener en mi mente los colores fantásticos del arco iris.
Aprendí a agradecer a Dios por estar viva.
Aprendí a reir con ganas y a llorar con todas mis fuerzar.
Aprendí a lavarme la cara y a sonreirle a mis días.
Y lo que más agrada, es que descubrí quien soy; que sé de donde vengo y hacia donde voy.
!Qué Dios te bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario