Preparé mi mate, tomé asiento y abrí el libro.
Inmediatamente sentí la presencia de Dios hablando a mi corazón y al ir leyendo cada línea de este material, el Espíritu Santo comenzó a tocar mi interior.
La unción no está en el libro, la unción está en lo que trasmite.
La Unción es El Espíritu Santo. En Él está la Unción de Dios.
A Él debemos buscar.
Él nos trasmite la obra redentora de Jesús.
Él nos da poder para vencer.
Él renueva y transforma nuestras vidas.
Él es Dios obrando con todo su poder y amor sobre nosotras.
Entonces, al seguir leyendo....entendí cuanto me falta crecer espiritualmente, entendí que aunque creo ser una mujer de fe, la verdad me falta mucho todavía.
Entendí que aunque he vivido y vivo experiencias con el Precioso Espíritu Santo, todavía no he visto ni sentido nada.
Estoy buscando más de Él....y quiero trasmitirte este sentimiento hoy.
Siento tan fuerte su presencia en este momento que casi no puedo escribir, mis manos tiemblan, mis ojos y mi cuerpo parecen estar llenos de electricidad, es como si algo hermoso y poderoso estuviera envolviendo mi vida ahora.
Y eso deseo para vos ahora, deseo que el poder y la unción del Espíritu Santo irrumpa sobre tu vida y tu corazón.
Deseo que Dios nos renueve y nos transforme.
Deseo que la Palabra de Dios cobre vida sobre nosotras y seamos un canal de fe y de bendición para ayudar a las vidas necesitadas.
Levantá tus manos hacia el cielo ahora querida amiga y pedile al Espíritu Santo que te llene, que te renueve y que te visite.
Dejá que el rompa todo yugo en vos, dejá que su presencia te eleve a un nivel espiritual mayor.
Es tiempo de ponernos de pié por dentro, es tiempo de dejar a Jesús actuar en nuestras vidas, nuestros hogares y en todo nuestro ser y corazón.
!Qué Dios te bendiga!
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