Esta mañana bien tempranito estaba leyendo la Biblia, tomando mate y orando.
En un instante cerré mis ojos y le estaba pidiendo a Dios algo específico.
Jesús puso en mi corazón que si puedo y creo en la Salvación y vida eterna a través de su sacrificio en la cruz, también debo creer que el mismo precio pagó para que recibamos sanidad y en esa sanidad divina no va sólo lo físico, sino todas las áreas de nuestras vidas; como el trabajo, la familia, los estudios, las emociones, el ministerio, etc.
Fue entonces que sus palabras tan dulces acariciaban mi corazón y ahí una vez más me hizo comprender que "Él es el verdadero y único amor", en Él están todas mis respuestas y las tuyas.
Su amor es tan puro, tan amoroso, tan fiel, tan desinteresado, tan apasionado, tan sublime, tan sencillo de recibir, que nuestra mente humana, muchas veces no lo puede comprender.
Te invito en esta mañana a que le abras tu corazón a Jesús.
Te invito a que le dejes acariciar con su amor tu vida.
Te aliento a que hoy le busques con todo tu ser.
El Espíritu Santo está dispuesto a ayudarte y revelarte el amor tan grande de Dios, que dio a su hijo Jesucristo por amor a vos.
Levantá tus manos hacia el cielo, dejá que tu corazón comience hoy a decirle a Jesús cuánto lo necesitás.
Decile a Jesús qué necesitás conocer su amor, qué sin Él nada sos.
!Qué Dios te bendiga!
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