La vida contigo tiene sabor a miel.
Huele a rosas y lirios y perfuma todo mi ser
La vida a tu lado es grato sabor.
Me eleva a las alturas y me llena de tu amor.
La vida contigo es pan, leche y miel.
Es olivo fresco, el aceite santo que unge mi ser.
La vida contigo me da un nuevo amanecer.
Sabe a ríos y fuentes que fluyen dentro de mi ser.
Porque viviendo a tu lado, la vida me sienta bien.
Tocaste mi corazón cansado y me llenaste de tu ser.
La vida para mí, lleva tu nombre...
!Jesús de Nazareth!
Precioso Dios divino...
Al cual hace veintisiete años...
Le entregué mi ser.
!Te amo amado Dios!
Tere.
(Otro escrito de mi viaje en el colectivo)
Isaías 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
55:3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
La vida abundante que Dios tiene para nosotros no tiene precio, Jesús ya pagó por cada uno de nosotros al darnos su vida en la cruz y Dios nos invita a través de su Hijo Jesucristo a tener en Él y por Él una vida de bendición, de victoria, de obediencia y de santidad.
San Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.
3:18 El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
3:21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Te invito en este día a que hagas con todo tu corazón esta oración y recibas a Jesús en tu corazón, para que Dios por medio de Él pueda saciar tu sed, llenarte de esperanza, sanar tu corazón y tu físico, restaurar tu familia y darte salvación y vida eterna.
Dios en el nombre de Jesús te pido perdón por todos mis pecados, me arrepiento ahora de cada uno de ellos y recibo a Jesús en mi corazón como mi Señor y Salvador.
Anotá por favor mi nombre en el libro de la vida.
Espíritu Santo te necesito, te pido que me llenes de tu presencia, quiero conocerte, quiero cambiar, quiero ser un nueva persona en Cristo Jesús.
Cubro mi vida y la de mi familia con la sangre de Cristo Jesús y me consagro a Tí en cuerpo, mente, alma y espíritu, amén.
3 de Juan 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
!Qué en este día, por medio de la Palabra de Dios, por medio de la oración y de buscar en intimidad al Espíritu Santo, podamos derramar nuestra alma y pedirle a Dios qué nos de sabiduría para poder sacar de nuestro corazón todo aquello que no le agrada y así poder prosperar en cada área de nuestra vida!
PD: A veces me escriben y me dicen que escribo así porque no tengo problemas, porque no me pasan cosas difíciles, etc.
Pero sinceramente no es así, vivo a diario desafíos, algunos leves y otros que verdaderamente por momentos me desconciertan.
Pero tal vez mi secreto es tomarme bien fuerte de la mano de Dios, abrirle mi corazón porque Él es mi amigo y cuanto tengo miedo se lo digo, y lloro muchas veces en su presencia y otras tantas estoy feliz y agradecida.
Lo que nunca hago es enojarme con Dios por lo que me pasa, Él es mi amigo y soberano, me podré desesperar algunas veces, pero al ir a su presencia su Espíritu Santo me levanta y me fortalece y siempre pone a nuestro alrededor gente llena del Espíritu Santo que ora por nosotros y nos tiende una mano.
Aunque esté sin problemas o aunque sienta que todo se me va a caer encima, siempre cierro la puerta de mi habitación y clamo al Dios Vivo y Verdadero, porque no sé qué haría si no lo tuviera a Él.
Por eso vale la pena rendir nuestra vida y nuestro corazón a Jesús, porque Él nos fortalece y nos va guiando a su verdad, a su victoria y cuando todo haya pasado, veremos que pulió nuestra vida como oro refinado y nuestra fe ha aumentado y nuestro corazón se ha rendido aún más ante su majestad.
Es fácil amar y seguir a Dios cuando todo nos va bien, pero cuando estamos atravesando por pruebas, en el desierto, allí, justo allí nos vamos a dar cuenta si verdaderamente hemos puesto nuestros ojos en Jesús.
Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Con cariño: Tere