En esta mañana he mirado tu rostro.
Te desnudé mi alma y te abrí mi corazón.
Me postré ante tu presencia clamando por tu gloria.
Deseando tu victoria y tu Santa Unción.
En esta mañana te volví a dar mi vida.
Como lo hago cada día cuando estoy frente a Ti.
Y te adoraré por siempre presentándome como ofrenda.
Sabiendo que Tú eres quien pelea por mí.
Estuviste siempre a mi lado.
Y en los momentos más oscuros me alumbraste con tu luz.
Soplaste vida en mis huesos secos.
Me sanaste el alma, el físico, la mente y el corazón.
Y cada día que vivo clamo por tu presencia.
Y deseo amarte y servirte solo a Ti.
Me da paz tenerte, creerte y amarte.
Me reconforta el alma saber que te tengo a Ti.
Por eso en este día con mis brazos extendidos.
Te clamo por las vidas que precisan de Ti.
Para que Tú les sanes, les des fuerzas y los levantes.
Derrames de tu gracia, de tu salud y de tu salvación.
Te amo Jesús.
Tu eterna enamorada...
Tere.
San Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:
Yo Soy la luz del mundo;
el que me sigue, no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida.
San Juan 15:7 Si permanecéis en Mí,
y mis palabras permanecen en vosotros,
pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Salmo 40:16 Gócense y alégrense en Ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.
40:17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres Tú;
Dios mío, no te tardes.
Mirar el rostro de Dios, es dejar todo de lado, es orar desde lo más profundo de tu ser y reconocerlo por sobre todas las cosas.
Desnudar el alma y el corazón ante su presencia, es mostrarnos tal cual somos, con nuestras debilidades, nuestros temores, nuestros problemas y por supuesto con nuestra gratitud por su fidelidad de cada día.
Entregarle a Dios cada día nuestra vida y nuestra familia, es reconocer que le estamos dando el control de todo lo que somos y tenemos.
!Claro qué en los momentos más oscuros Él siempre me alumbró con su luz divina! Porque Dios es luz y donde Él está no puede haber oscuridad ni tinieblas.
Cuando a pesar de cualquier situación adversa, buscamos como prioridad la voluntad de Dios, Él nunca nos falla y se pone a nuestro lado, nos va enseñando, corrigiendo y va derramando su esencia en nosotros.
Y aunque a veces parece que su respuesta tarda, tenemos que aprender a esperar en Él, porque es un Dios amoroso y siempre busca lo mejor para sus hijos.
No te desanimes en este día, esperá en silencio ante su presencia... Salmo 46:10, porque para Dios no le es ajeno tu dolor.
Es duro cuando pasamos por problemas y por pruebas, pero cuando todo acaba y miramos hacia atrás, vemos que la mano de Dios nos ha sostenido y además hemos crecido en fe, en paciencia y en amor.
Nunca nos olvidemos de dónde nos sacó Dios, nunca nos olvidemos que hay muchas personas que sufren terriblemente y necesitan de nuestro amor, de nuestra palabra de aliento, de nuestra oración.
Nunca nos olvidemos que la mejor medicina para nuestra alma y para la de los demás, es recibir a Jesús en nuestro corazón.
San Juan 14:1 No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en Mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho;
voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez,
y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis.
14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo, pues, podemos saber el camino?
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Con cariño: Tere.
!Qué Dios te bendiga!