En Argentina, más precisamente en Buenos Aires, está haciendo mucho frío. Estaba durmiendo, cuando de repente un poco antes de las tres de la mañana me desperté. Sentí en mi corazón que tenía que levantarme, sentí que el Espíritu Santo me llamaba a estar con Él en su presencia.
Y me levanté, me preparé un te caliente, ya que estoy bastante resfriada y me dispuse a pasar mi madrugada a su lado.
Quiero compartirte estas palabras que salen desde mi corazón y deseo que hoy puedas levantarte en fe y dejar que la mano de Dios te sustente, que Jesús te sane y restaure; y que el poderoso Espíritu Santo te llene de su Unción.
Amado y bendito Espíritu Santo.
Llénanos de Tí en este nuevo día.
Llena nuestras manos con tu aceite.
Derrama de tu Unción cada día.
Espíritu Santo ven en este día.
Danos tus renuevos.
Sumérgenos en tus fuentes.
Ven a nuestro lado, llénanos de Tí.
Sumérgenos en tus fuentes.
Ven a nuestro lado, llénanos de Tí.
Espíritu Santo danos de tus ríos.
De tu presencia santa y de tu poder.
Llénanos de tu gracia bendita.
Danos tu favor divino, una y otra vez.
Isaías 66:2 ....pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi Palabra.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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