¿Qué tal si te preparás algo beber, tomás un anotador, tu Biblia y pasás un hermoso tiempo a solas con Dios?
Para relacionarte con alguién, tenés que invertir tiempo en esa relación. Salir a pasear, ir a tomar algo, invitar a tu casa, mandar mensajitos, hacerle algún regalo, interesarte a ver cómo está y si necesita algo, etc.
Todos necesitamos relacionarnos, a nadie le gusta estar solo.
Necesitamos abrazos, caricias, besos, amor, respeto y en especial ser escuchados.
Lo mismo pasa o debería pasar con Dios.
Cada día tenemos que relacionarnos con Él. Leer la Biblia, orar, decirle cuánto lo amamos, cuánto lo necesitamos. Ponernos en sus manos y ofrecerle nuestra vida para que sea en nosotros su bendita voluntad.
A Él le encanta cuando cerramos la puerta de nuestro cuarto y nos disponemos de todo corazón a pasar un tiempo de calidad con el Espíritu Santo.
¡Cuánto alegra el corazón de Dios cuándo reconocemos la obra redentora de Nuestro Señor Jesús!
Acordate para este día:
Preparate algo de beber, tomá un anotador para que puedas escribir todo lo que Dios te habla y lee tu Biblia, el manual que Dios nos dejó.
Luego, cerrá tus ojos, abrí tu corazón y pedile al Espíritu Santo que te llene de su presencia y te inunde con su amor tu corazón.
Salmos 63:1 Oh Dios, Tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.
2 Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.
3 Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán.
4 Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré.
5 Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca.
6 En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche.
7 A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda.
8 Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.
¡Bendiciones!
No hay comentarios:
Publicar un comentario