Y hoy al verme reír y estudiar, mis ojos se llenan de lágrimas y mi corazón de gratitud a Dios, porque Él sanó mi vida y me dio una nueva oportunidad.
Dios está deseoso y dispuesto a transformar tu vida. Y así como lo hizo conmigo, mayores cosas quiere hacer con vos.
Oremos:
Padre Dios en el nombre de Jesús, te pido que estés sanando cada vida que está enferma, dolorida, oprimida, sin fe y esperanza.
Vos tenés poder para revertir todo mal diagnóstico, vos sos el Dios de los imposibles.
Te pedimos en el nombre de Jesús que la presencia del Espíritu Santo llene cada vida de su paz y de su amor.
Amen.
¡Bendiciones!
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