martes, 15 de mayo de 2018

Reflexión que me lleva a caminar confiando y descansando en Dios.


No importa que las hojas de otoño nos envuelvan al caminar. Lo que importa es que podamos levantar nuestros ojos al cielo y saber que la presencia de Dios camina con nosotras.
Cada estación del año es un nuevo e interesante desafío. Y debo proponerme vivir con la convicción de saber quién soy en Cristo Jesús.
Permitite escuchar la voz de Dios hablándote a tu corazón:
Éxodo 33:14 Yo mismo iré contigo y te daré descanso respondió el Señor.
Jesús por medio de su Palabra te dice:
Mateo 11:28 "Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso.
El Espíritu Santo en medio de cualquier situación siempre intercede por vos:
Romanos 8:26 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Te animás a decirle a Dios:
Señor, en el nombre de Jesús necesito caminar confiada en Tí. Necesito de tu descanso y poder así vivir cada estación de mi vida, sabiendo que soy tuya y que vos siempre cuidás de mí.
Espíritu Santo te entrego el control de mi vida, necesito ser llena de tu presencia.
Te amo.
¡Bendiciones!

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