No importa que las hojas de otoño nos envuelvan al caminar. Lo que importa es que podamos levantar nuestros ojos al cielo y saber que la presencia de Dios camina con nosotras.
Cada estación del año es un nuevo e interesante desafío. Y debo proponerme vivir con la convicción de saber quién soy en Cristo Jesús.
Permitite escuchar la voz de Dios hablándote a tu corazón:
Éxodo 33:14 Yo mismo iré contigo y te daré descanso respondió el Señor.
Éxodo 33:14 Yo mismo iré contigo y te daré descanso respondió el Señor.
Jesús por medio de su Palabra te dice:
Mateo 11:28 "Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso.
Mateo 11:28 "Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso.
El Espíritu Santo en medio de cualquier situación siempre intercede por vos:
Romanos 8:26 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Romanos 8:26 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Te animás a decirle a Dios:
Señor, en el nombre de Jesús necesito caminar confiada en Tí. Necesito de tu descanso y poder así vivir cada estación de mi vida, sabiendo que soy tuya y que vos siempre cuidás de mí.
Espíritu Santo te entrego el control de mi vida, necesito ser llena de tu presencia.
Te amo.
Señor, en el nombre de Jesús necesito caminar confiada en Tí. Necesito de tu descanso y poder así vivir cada estación de mi vida, sabiendo que soy tuya y que vos siempre cuidás de mí.
Espíritu Santo te entrego el control de mi vida, necesito ser llena de tu presencia.
Te amo.
¡Bendiciones!
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