miércoles, 16 de enero de 2019

Un llamado al corazón.




Un experiencia personal, en una madrugada lluviosa.
Dios nos está llamando a salir de la oscuridad, a salir de la incertidumbre y a depender siempre del qué dirán.
Dios está trabajando en nuestro interior, Él desea sacar a la luz el diamante hermoso que hay en nuestro corazón.
Es tan necesario parar por un segundo y evaluar nuestra vida.
A veces el trajín diario, las ocupaciones, o por qué no las distracciones que nos sobrevienen y nos alejan de la visión que Dios tiene para nosotras; nos hacen perder el rumbo de nuestro diario vivir.
Eran las 04 hs. de la madrugada de un día lluvioso, húmedo y muy nublado.
Un fuerte dolor en un lugar de mi cuerpo me despertó de manera sobresaltada. Di vueltas en mi cama tratando de conciliar el sueño, pero no pude lograrlo.
Y en mi mente el siguiente texto bíblico daba vuelta en mi cabeza:
3 de Juan 1:2 Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. (nvi)
Fue entonces cuando recordé que en el transcurso de la enfermedad que había tenido años atrás, este pasaje bíblico fue clave para mí.
No lo dudé más y me levanté, bajé a mi living, me preparé algo caliente para beber, incliné mi cabeza y oré a Dios:
_Señor... Te pido perdón si hay cosas en mi vida que están haciendo impedir que prospere mi alma, que prospere espiritualmente. Te entrego toda mi ansiedad en el nombre de Jesús. Espíritu Santo necesito ser llena de tu presencia.
Te amo.
Luego de esta oración, sentí una paz inmensa en mi corazón, era como si el ánimo volvía a mi cuerpo,
Sentí como el Espíritu Santo me fortalecía y me hablaba al corazón.
Te animo en este día, a que puedas tomarte bien fuerte de la mano de Dios. Te aliento a que puedas orar y poner en sus manos cada una de tus ansiedades y preocupaciones.
Pedile al Espíritu Santo que su presencia sea derramada en tu vida y dejáte ser amada por el poder y el amor inigualable de Dios.
1 de Pedro 5:7 Depositen en Él toda ansiedad, porque Él cuida de ustedes.

Dios está llamando hoy, a tu corazón.
Sos valiosa, sos preciosa, sos amada y hay un propósito divino para tu vida y familia.

¡Bendiciones!

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