Pequeña reflexión: ¿En dónde pusiste tu ojo? ¿Qué estás mirando?

Mateo 6:22 "El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.
23 Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad.* Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!

Estaba pensando en las veces que voy al supermercado y soy atraída por algún paquete de galletitas por el simple hecho de que luce muy bien ante mis ojos. Pero sin embargo al probarlas no resultaron lo que esperaba.
Otras veces me dejé llevar por las apariencias de alguna persona, pensando en que jamás podría traicionarme y sin embargo fue grande mi sorpresa al descubrir que me había engañado, a tal punto que lo que veía en ella no era lo que resultó después actuando conmigo.
Podría nombrar tantas cosas y situaciones en donde ponemos nuestra mirada, creyendo en lo que tenemos enfrente nuestro, sin consultar a Dios si lo que estamos viendo es lo correcto. Porque como nos enseña la Palabra, Dios no mira nuestras apariencias, sino mira nuestro corazón.
Él todo lo ve, todo lo sabe, todo lo conoce.

En este día, te invito a que hagas un balance de tu vida.
Te animo a qué puedas identificar todas aquellas situaciones, personas, etc. que estás poniendo tu mirada y que te están llevando a alejarte de la voluntad de Dios.

Mi deseo más profundo es que podamos poner nuestros ojos en Jesús y por ende, por Él y a través de Él tendremos una visión clara en cuanto a nuestra manera de vivir y a la de los demás.

¡Qué tus ojos sean lámpara que alumbren vida, esa vida de Jesús, que quiere alcanzar a muchos por medio de tu corazón!

Vamos... levantá tu mirada al cielo y dejá que la presencia del Espíritu Santo te transforme y te lleve a conquistar por medio de Jesús, tu milagro.

Jesús quiere y puede cambiar toda visión nublada que te está obstaculizando, para poner en tu interior su luz y su brillo sin igual.

¡Bendiciones!