lunes, 26 de octubre de 2020

Dios siempre llega a tiempo...

 


A lo largo de mi vida he vivido situaciones muy difíciles. La enfermedad desde muy pequeña se caracterizó por asechar mi vida. 

Pero qué maravilloso es al ver pasar los años, cómo la mano de Dios se glorificó y me sanó.

Soy una simple mujer, esposa, madre, suegra, ama de casa, la cual amo servir a Dios y a mi familia.

Jamás pensé que Dios podría llevarme a escribir dos libros, jamás pensé que a través de mis testimonios Dios los usaría para impactar la vida de otras mujeres.

Filipenses 2:13 nos habla que Dios pone en nosotras el querer y el hacer y les aseguro que eso fue lo que hizo en mi vida.

A lo largo de todos estos años, he descubierto al Espíritu Santo como mi compañero, mi consejero, quien me llena de gozo y de poder para vencer cada día.

Creo y lo sostengo que dentro de cada una de nosotras hay una mujer que tiene que despertar espiritualmente y por ende caminar en las huellas hermosas y poderosas que Jesús nos dejó.

Las animo en este día a poner toda sus vidas en las manos de Dios, a darle el primer lugar y así vivir en lo cotidiano con la expectativa y la gratitud de ver todo lo maravilloso que Dios hará.

Filipenses 2:13 pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

Nunca nos olvidemos que Dios siempre llega a tiempo, para rescatarnos, guiarnos, ayudarnos y llenarnos de su presencia.

Con cariño: Tere.

¡Bendiciones!

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