Salmos 23
1 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas. por amor a su nombre.
4 Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.
5 Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.
6 La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre.
No nos olvidemos en estos tiempos tan difíciles, que Jesús es nuestro buen pastor. Él dio su vida por cada uno de nosotros, para que tengamos salvación, vida eterna, sanidad, restauración, protección y nuevo comienzos, entre otras cosas.
Acudir a Él en estos tiempos debe ser una prioridad en nuestra vida, dejando que nos tome en sus brazos de amor y nos haga descansar en su dulce presencia.
¡Qué su paz, su favor, su unción y su gracia, nos envuelva y nos lleve a vivir en lo sobrenatural, justo allí donde ocurren los milagros!
Con cariño: Tere.
¡Bendiciones!
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