sábado, 19 de diciembre de 2020

Un Salmo para meditar...

 



Salmos 19:1 
Las obras de Dios y la palabra de Dios1Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.
2 Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber.
3 Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible,
4 por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! un pabellón para el sol.
5 Y éste, como novio que sale de la cámara nupcial, se apresta, cual atleta, a recorrer el camino.
6 Sale de un extremo de los cielos y, en su recorrido, llega al otro extremo, sin que nada se libre de su calor.
7 La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
8 Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos.
9 El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas.
10 Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal.
11 Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.
12 ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!
13 Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. y de multiplicar mis pecados.
14 Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.


¡Bendiciones!

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