San Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros
San Juan 14:25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho
San Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
16:14 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
16:14 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Esta mañana estaba leyendo en el libro de San Juan del Nuevo Testamento y me detuve en meditar sobre El Espíritu Santo.
Recordé cuando le entregué mi vida a Jesús, hace ya 26 años atrás y como sentí inmediatamente que El Espíritu Santo llenaba mi vida de su presencia.
También me emocioné al recordar cuando estuve enferma, como El Espíritu Santo fue mi compañero inseparable, me llevó a conocer más de Jesús, renovó mi vida, me sostuvo en mi lecho de dolor y de muerte.
Y por supuesto no puedo dejar de reconocer y de regocijarme en ver la fidelidad de Dios cada día sobre mi vida y mi familia, siempre El Espíritu Santo estuvo, está y estará a nuestro lado, infundiendo fe, aliento, paz, amor, restauración, gozo, etc.
Al igual que lo está con vos, Él te ama.
Es interesante observar en S.Juan 14:15 cuando Jesús nos enseña:
__Si me amáis, guardad mis mandamientos.
!Qué interesante palabra! Amar a Jesús, conocer de su palabra y obedecerle realmente no es un sacrificio, al contrario es un honor.
En San Juan 14:26 nos dice que El Espíritu Santo nos enseñará todas las cosas y nos revelará constantemente la obra redentora de Jesucristo.
En San Juan 16:13 nos enseña que El Espíritu Santo nos conduce a toda verdad, la única verdad está en Jesús, la verdad es la Palabra de Dios.
!El Espíritu Santo siempre te va a llevar a glorificar a Jesús!
Uno de mis mayores anhelos y deseos, además de hacer la voluntad de Dios, es pedirle que me de un corazón amoroso y compasivo como el de Jesús; porque de esa manera podemos oír con el corazón a la persona que tenemos frente, a quienes necesitan una palabra de aliento, un toque divino del Maestro.
Para reflexionar:
¿Cómo está tu relación con El Espíritu Santo?
¿Es El Espíritu Santo quién guía tu vida?
¿Tenés un corazón compasivo cómo el de Jesús?
Oremos:
Padre amado en el nombre de Jesús te pedimos en este día que perdones nuestros pecados, nos cubrimos y cubrimos a nuestra familia con la sangre preciosa de Jesús.
Padre bendito y precioso, en el nombre de Jesús, pedimos al Espíritu Santo que nos llene de su presencia, que nos revele el plan maravilloso que tenés para nuestras vidas, te rogamos que tu Santo Espíritu nos guíe a tu verdad, te pedimos que nos des un corazón conforme al corazón de Jesús.
Señor, levantamos nuestras manos al cielo, en actitud de rendirnos a Tí y le invitamos al Espíritu Santo a que derrame de su Santa Unción sobre nuestras vidas y que inunde nuestros corazones de su maravillosa presencia.
Gracias por este día de vida, nos consagramos a Tí hoy, te declaramos Espíritu Santo que te necesitamos y que necesitamos que nos llenes de Tí.
En el nombre de Jesús.
Amén. (Así sea)
!Qué Dios te bendiga!
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