Un mes más que se termina, tal vez nos quedaron muchas cosas por hacer o quizás hemos hecho más de lo qué pensábamos.
Siempre cuando termina un mes miramos hacia atrás y vemos cuán rápido se nos ha ido, pero inmediatamente comenzamos a proyectarnos en el mes que viene, el cual deseamos con todo nuestro corazón que sea de bendición y que lo caminemos tomados de la mano de Dios.
Por mi parte lo que anhelo, es tener la presencia de Dios sobre mi vida y sobre mi familia y todos mis seres queridos; entre ellos están ustedes quienes leen y siguen mi blog.
Deseo tanto que la presencia de Dios me y nos acompañe, que inunde nuestro ser, que nos transforme, que nos llene y nos renueve en cada segundo de nuestra vida.
Amo la presencia de Dios, la amo tanto que no quiero por nada perder ni un segundo de ellla.
A veces el trajín diario, los problemas cotidianos, el cansancio físico, etc. nos llevan a sentirnos desanimados; entonces inmediatamente reacciono, levanto mis brazos al cielo, derramo mi corazón ante Dios y le digo:
_Amado Dios, no me quites tu presencia, quiero más de Ti, si tu presencia no va conmigo yo no me muevo.
Señor quiero esa presencia que habla tu Palabra; Señor quiero que tu presencia vaya conmigo y que me de descanso.
Éxodo 33:14 Y Él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Hay que buscar ser llenos del Espíritu Santo, porque El Espíritu Santo nos da poder para vencer, poder para vivir en victoria por medio de Cristo Jesús a pesar de cualquier situación difícil que tengamos que enfrentar.
Señor quiero esa presencia que habla tu Palabra; Señor quiero que tu presencia vaya conmigo y que me de descanso.
Éxodo 33:14 Y Él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Hay que buscar ser llenos del Espíritu Santo, porque El Espíritu Santo nos da poder para vencer, poder para vivir en victoria por medio de Cristo Jesús a pesar de cualquier situación difícil que tengamos que enfrentar.
El Espíritu Santo nos inunda del gozo de la salvación, Él intercede con gemidos indecibles por nosotros, Él nos da discernimiento y nos revela la oración justa que está en el corazón de Dios, Él Espíritu Santo nos revela la obra redentora de nuestro amado Jesús.
No sé ustedes, pero yo le necesito tanto, le amo tanto, necesito tanto de su presencia, de su dulzura, necesito tanto que vaya conmigo en cada paso que doy.
Dependo de Él para todo y cuando mis emociones se alteran, o mi ser se desanima, clamo enseguida a Él y comienzo a sentir su presencia rodeando mi vida, llenando mi ser.
No dejes que termine este mes de septiembre sin rendirte a Dios, sin darle tu vida a Jesús, sin dejar que el Espíritu Santo te transforme y te llene más y más por medio de su Santa Unción.
Oremos:
Amado Padre celestial, precioso y buen Señor, en el nombre de Jesús te pedimos perdón por todos nuestros pecados, te rogamos que tu paz, tu amor y tu gozo llene nuestras vidas ahora.
Dios de la gloria, es en el nombre de Jesús que pedimos la presencia del Espíritu Santo sobre nuestra vida y nuestro hogar; qué tu unción toque nuestro corazón y el de nuestra familia.
Te rogamos por este último día del mes de septiembre, para que tu amor, tu paz, tu salvación, tu gloria, tu salud y tu restauración toque nuestra vida y nuestro hogar.
Señor amado, nos rendimos ante tu presencia y declaramos que comenzaremos el mes de octubre bajo tu bendición, declaramos que las cadenas que atan nuestra vida y familia se caen en el nombre de Jesús.
Declaramos que en este mes de octubre veremos tu gloria en nuestro ser, que vas a transformar nuestra vida, que nos vas a usar para ser canal de bendición a otros.
Declaramos que tu diestra nos sostiene, que tu paz y tu favor nos ministra y que abrirás nuevas puertas de bendición.
Te ponemos ante tu maravillosa presencia todo lo que vamos a emprender en este mes de octubre, nos ponemos bajo tu voluntad, tomamos la decisión de buscar tu rostro cada día, de leer tu Palabra, la Biblia, de llenarnos de Tí, de vivir en santidad, de ser un instrumento útil en tus manos.
Amado Dios queremos ser sal y luz, queremos ser personas sabias, queremos que tu gracia resplandezca en nuestra vida.
Bendecimos ahora en Cristo Jesús a nuestro hogar y levantamos al cielo nuestras manos en señal de rendirnos ante tu majestad.
Te amamos y te necesitamos.
Amén: Así sea.
Con cariño: Tere
Salmo 16:1 Guárdame, oh Dios, porque en Tí he confiado.
16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de Tí.
16:3 Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
16:4 Se multiplicarán los dolores de aquellos
16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de Tí.
16:3 Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
16:4 Se multiplicarán los dolores de aquellos
que sirven diligentes a otro dios.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni en mis labios tomaré sus nombres.
16:5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte.
16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
16:7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia.
16:8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
16:9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente;
16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
16:11 Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni en mis labios tomaré sus nombres.
16:5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte.
16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
16:7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia.
16:8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
16:9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente;
16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
16:11 Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.