Seguramente se estarán preguntando ...
¿Qué pasó, cómo fue, qué hiciste Tere?!!!
Bueno...tranquilas chicas, todavía mi vecina está viva, gracias a Dios, ja,ja.
Lo que les voy a compartir es el lío tremendo que podemos hacer con nuestras palabras y con los dichos de nuestra boca.
Era una mañana en donde el sol estaba un poco escondido detrás de las nubes de mi hermoso cielo de Buenos Aires.
En ese momento estaba limpiando la entrada de mi casa, tenía una escoba en mi mano y un balde lleno de agua con limpiador para piso aroma a limón, es mi preferido.
Justo ahí, viene una de mis vecinas, la cual le hablamos siempre del Señor Jesús.
Ella me compartió lo mal que se sentía de salud y buscaba apoyo de !mí parte!!!!... para que le orara y le diera una palabra de aliento; pero yo, no sé que me pasó ese día, parece que quise ser más buena que Dios y le dí un aliento que en vez de levantar su ánimo, casi la envío al más allá!!!
¿Saben lo qué le dije?
__No se haga ningún problema, confíe en Dios, Él la puede sanar de tres maneras:
1) O la sana por medio de su mano divina.
2) O la sana por medio de la ciencia.
3) O la sana llevándola a su presencia!
Y fue justo cuando le dije la opción tres que mi vecina comenzó a ponerse pálida, blanca, diría yo que casi ya estaba a punto de desmayarse.
Se notaba que el desánimo la invadía, su postura comenzó a decaer y sus ojos quedaron mirando para cualquier lado.
Yo le sonreí como que me había ganado el cielo con la ayuda que le dí, la despedí y nos fuimos cada una para el interior de nuestros hogares.
Mi vecina tiene más de 60 años, pero yo con mis palabras provoqué en ella que 20 años se le vinieran encima.
Pasadas unas horas, me dí cuenta de lo que había dicho, mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte, comencé a transpirar y me sentí avergonzada ante Dios, quien creía yo le estaba dando una manito para sanar a mi vecina.
¿Sabén qué?...Por un tiempo mi vecina querida, al único que le pedía oración era a mi esposo, ya que cada vez que me veía quería salir corriendo... y la verdad que no la culpo, tiene toda la razón, ja,ja.
!Amigas, qué lío hice!! Pasaron dos años de este momento tan desastrozo, pero lo recuerdo como si hubiera sucedido hoy mismo.
El Espíritu Santo trajo a mi mente en aquel día este texto bíblico, Él me habló con toda su ternura y me exhortó.
Él sabe como tratarnos y nos va moldeando y guiando, para ser así mejor personas, dignas de proclamar las virtudes de aquel que nos sacó de tinieblas a luz y nos puso en lugar espacioso para proclamar la salvación y el sacrificio de Cristo en la cruz.
Provervio 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
__Señor gracias, porque esta Palabra es justo para mí, en vez de impartirle vida a mi vecina, le estaba matando su fe y esperanza con mis palabras.
Gracias por enseñarme, exhortarme, corregirme y guiarme, gracias porque te ponés a mi lado con toda tu paciencia y trabajás en mi interior para hacerme conforme a tu voluntad y no la mía.
LLevo todo mi corazón rendido ante Tí y te pido perdón por lo que dije en el nombre de Jesús.
Amigas, creo que aprendí mi lección, no tengan miedo, ya no voy a decir a nadie más la opción 3, ja,ja, pueden acercarse tranquilas, aprendí, claro que aprendí, porque cuando Dios trabaja en nosotras, lo hace super bien.
Para reflexionar:
¿Cómo están los dichos de tu boca?
¿Estás cómo estuve yo, matando la fe de las vecinas del barrio con palabras qué desalientan y desaniman?
No hay nada más agradable y alentador que ser enseñadas y corregidas por nuestro amado Papá Dios.
Santiago 3:5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
3:6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
3:7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
3:8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
3:9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
3:10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
3:11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
3:12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Padre amado en el nombre de Jesús te pedimos perdón por todos nuestros pecados y pedimos al Espíritu Santo que llene todo nuestro ser de su maravillosa presencia y que rompa en nuestras vidas todo yugo que nos ata y nos roba la paz y la fe.
Señor renunciamos a toda palabra negativa que sale de nuestros labios y que está atesorada en nuestro corazón, renunciamos en Cristo Jesús a toda mentalidad negativa y declaramos que la paz, el amor, la compasión y la sabiduría de Cristo llena todo nuestro ser.
Amado Dios, nos consagramos a Tí en este día, te entregamos todo dicho de nuestros labios, para que de nuestra boca salgan palabras de vida y bendición, renunciamos a toda palabra de maldición que pueda brotar de nuestro corazón y nos llenamos de tu Palabra, nos rendimos en adoración ante Tí y proclamamos que en Cristo somos más que vencedoras.
Te amamos, amén.
Con cariño: Tere
!Qué Dios te bendiga!
Querida hermana Tere que oportuna tu oración, la tome prestada para mi post de hoy:
ResponderEliminarhttp://amadodios.blogspot.com/2012/10/jesus-hay-un-camino.html
te quiero mucho gracias.
Maribel querida, mi amiga tan amada, muchas gracias por tus palabras y me honra que te lleves esta oración para tu blog que es de tanta bendición. Yo también te quiero mucho y siempre estás en mi corazón junto a tu familia y a Chela. Dios te bendiga:Tere
ResponderEliminarHola Tere...es interesante tu anécdota...y tienes razón, a veces el mejor consuelo es el silencio. No obstante, si a mí me das la tercera opción, mi alma se llenaría de gozo, es un privilegio ser llamados a la presencia de nuestro Dios. La muerte es una bendición para los santos y creemos por fe, que después de esta vida partimos hacia la eternidad, hacia el hogar Real de donde vinimos. Bueno mi amiga, cada día aprendemos con tus meditaciones, que el Señor te continúe bendiciendo. Recibe un enorme abrazo.
ResponderEliminarHola Cinarizina, como siempre tus mensajes están llenos de sabiduría en cuanto a nuestro Dios.
ResponderEliminarDios te bendiga y gracias por tu amistad y me encanta recibir tus comentarios tan edificantes. Besos y qué Dios te bendiga!! Tere