Siempre digo que si no tuviera a Jesús en mi corazón, no sé como hubiera soportado pasar por distintas situaciones, Dios es mi consuelo, mi fortaleza, mi socorro, mi gran motivo de vivir.
Si no tuviera al Espíritu Santo realmente creo que hace tiempo hubiera dejado de respirar, Él es mi motor de vida, quien me levanta y me consuela, quien adiestra mis manos para la batalla y me saca en victoria, dando paz a mi corazón y aliento a mi alma muchas veces cansada y abatida.
Pero no sería sincera si no reconociera que cuando vivo diferentes situaciones adversas mis emociones comienzan a alterarse, me doy cuenta que el temor quiere invadir mi corazón y el desánimo viene a intentar robar la fe y la confianza.
Debo ser rápida en identificar lo que me pasa, debo permitirme como ser humano ir a la presencia de Dios y desnudarle el alma y el corazón, porque Él me conoce, Él sabe aún más de mí de lo que yo misma me conozco, porque el Espíritu Santo escudriña hasta lo más profundo del corazón.
Nada hay oculto para Dios que no haya de sacar a la luz, el tema es saber esperar en Él y descansar en su bendita presencia.
Tengo a Jesús como mi fiel amigo, nada le es oculto de mí, sé que me ama y me comprende, sé que en Él soy más que vencedora.
La amistad fiel de Jesús es mi consuelo, ir en oración a sus pies derramándole el alma y el corazón, trae alivio y paz a mi vida.
San Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar.11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Este texto de San Mateo en el Nuevo Testamento, bendice tanto mi alma, porque cuando me encuentro cargada, preocupada, desanimada o con temor; voy a su presencia y le clamo desde lo profundo del corazón, le clamo porque lo reconozco como mi Dios y le clamo porque en Él y por Él encuentra descanso mi alma.
Claro que muchas veces los problemas no desaparecen rápidamente, no puedo pretender que Dios sea un títere en donde tiene que hacer las cosas ya.
Debemos aprender a esperar en Él porque aunque muchas cosas no las entendemos, la Palabra de Dios nos enseña que todo nos ayuda a bien.
Romanos 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Cuando paso por alguna prueba, en el momento tal vez no lo entiendo, pero luego al mirar atrás veo como Dios me ha sostenido y sacado en victoria.
Me doy cuenta que mi fe subió un escalón más, que mi confianza en Dios creció, que le he conocido aún más de cerca.
En este día, es mi deseo que Dios bendiga nuestra vida, nuestro hogar y nuestra familia toda, es mi anhelo que podamos ir a su presencia en oración y con humilde corazón y reconozcamos que estamos tal vez cansadas, trabajadas, sin fuerzas y sin fe; pero con un clamor profundo desde nuestro interior deseando que su presencia nos llene, nos saque en victoria y nos revele cada día su bendita voluntad.
El único lugar para el descanso de tu alma es yendo a la presencia de Dios, reconociendo a Jesús como tu Salvador y Señor, es dejando que el Espíritu Santo trabaje en tu vida y te lleve a vivir en paz, salud, restauración, amor y santidad.
Levantá tus brazos al cielo y dejá que la presencia de Dios en el nombre de Jesús se lleve tus cargas y te inunde de su unción.
!Hay victoria en Jesús, hay vida abundante en Él!
San Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Amado y precioso Dios, te pido en este día, que así como yo me encontré tantas veces cansada y abatida y Tú me levantaste los brazos caídos y aún en estos tiempos, Señor Amado te ruego que hoy levantes los brazos y des aliento a cada corazón desanimado, trabajado, cargado, te ruego que mires el interior de tus hijas y traigas paz.
Padre Amado, mirá cada hogar, cada familia, que tu amor, tu paz, tu salvación, tu misericordia, tu justicia, tu salud, tu restauración, tu favor y tu presencia esté ahora tocando cada vida.
Te lo ruego todo en el poderoso nombre de tu Hijo Jesús, amén.
Con cariño: Tere.
!Qué Dios te bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario