Sentía un calor suave en el medio de mi pecho y comencé a recordar el día que te conocí.
De repente una sonrisa se dibujó en mi rostro y con mis ojos iluminados de amor intenté tocar tu corazón.
¿Sabés Jesús? No sé vivir si no estás conmigo, siento un gran vacío si no tengo tu amor.
Sos el palpitar de mi vida, el perfume suave que envuelve mi vida y mi hogar.
No sé si ya te lo dije, seguramente que sí, ya que vos bien sabés que no paro de hablar, pero nunca voy a callar este amor que te tengo, cuánto te amo y lo importante que sos para mí.
Me hace tan feliz poder escribirte y saber que muchas personas te aman al igual que yo, ya que es imposible no poder amarte, siempre es grato adorarte y entregarte el corazón.
Sos mi dulce melodía, que suaviza mi vida y me perfuma de amor.
Sos precioso y hermoso, fuerte y verdadero, quien cautivó mi corazón.
Te amo amado mío, no tengo palabras para agradecerte lo que hiciste y hacés por mi y mientras te escribo me emociono y suspiro, me río y me gozo en tu salvación.
Te amo amor mío, porque Tú me amaste primero, porque sos mi consejero, mi fortaleza y mi paz.
Te adoro y te exalto, sin reservas ni medidas, con mis manos extendidas tocando con mi ser tu amoroso corazón.
Siempre tuya: Tere.
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