Estaba preparando la cena, mientras escuchaba una prédica del evangelista Anacondia en mi computadora.
El Espíritu Santo comenzó a ministrar mi vida y necesité parar el tiempo para venir a escribir....
Mi corazón se estremece ante tu presencia.
Mi ser te clama con desesperación.
Mi alma tiene sed de Ti, mi Dios vivo.
Mi espíritu necesita llenarme de tu unción.
No sé vivir si no te tengo.
El aire me falta ni no estás Tú.
Mi corazón late de amor tan fuerte.
Cuando en tu presencia me llenás de tu virtud.
En este día mi ser te clama.
Por cada vida que busca de Ti.
Para que tu poder sane y restaure.
Para que derrames de tu salvación y tu salud.
En este día me pongo en la brecha.
Y clamo en tu presencia por cada necesidad.
Para que en el nombre de Jesús restaures las vidas.
Les llenes de tu gracia, tu favor y tu bendita unción.
Ojalá que en esta noche.
Muchas personas puedan rendirte sus vidas.
Y se arrodillen ante tu majestad.
Te derramen el alma y vivan en obediencia.
Ojalá en este día vuelva cada hijo pródigo a tu redil.
Que sea un día de nuevos comienzos.
Para quienes están leyendo esto hoy.
Que tu Espíritu Santo se manifieste con gloria.
Y que cada persona se levante en fe en el nombre de Jesús.
Con eterno amor: Tere.
!Qué Dios te bendiga!
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