Y de repente, sentí la presencia cálida del Espíritu Santo tocando mi vida, sentía como si Jesús ponía su mano sobre mi hombro y estas palabras puso en mi corazón....
__Tere... Necesito mujeres apasionadas por Mí y por mi obra. ¿Habrá alguna en esta Navidad que me diga sí?
Mis amigas, con lágrimas de emoción en mis ojos corriendo por mis mejillas y con mi vida rendida ante sus piés le dije:
__ Sí Señor.... ¡Heme aquí!
Amadas hijas del Dios Altísimo, en este día de Navidad, Jesús te extiende su mano y te dice...
Te necesito apasionada por Mí y por mi obra. Estás dispuesta en esta Navidad a decirme.... Sí Señor... ¡Heme aquí!!
Besos y te abrazo en Cristo Jesús.
Con cariño: Tere.
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