lunes, 21 de junio de 2021

El desánimo



Salmos 42:5 ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!

El Rey David está manifestando con sus palabras lo que está en su corazón, Él mismo se está diciendo: 

¿Por qué estás triste alma mía, por qué estás desanimada?

Desánimo: es desaliento, falta de ánimo.
El desánimo trae desesperanza.
El desánimo interfiere en nuestra relación con Dios.

El dejar de orar, de tener comunión con Dios, el dejar de relacionarnos con El Espíritu Santo, nos lleva a abrir puertas al desánimo.

El fracaso, la frustración y el temor son armas que el enemigo usa para desanimarnos.

Una oración no respondida trae desánimo. Por eso es necesario que pongamos nuestras peticiones en sus manos de amor, sabiendo que Dios es soberano y justo y que a su tiempo nos responderá. 

Siempre, pero siempre, Dios tiene planes de bien y de paz para sus hijos. Jeremías 29:11.

La palabra desánimo en hebreo significa:

Estar sin fuerzas para seguir adelante
Falta de ilusión o ánimo hacia alguien o para hacer algo.

Es un sentimiento que nos paraliza por completo y es un arma poderosa que usa satanás.

Una persona desanimada por lo general desanima a todos los que los rodean.

Una persona desanimada le invaden pensamientos en cuanto a cuestionar el amor de Dios, entonces todo el tiempo maquina en su cabeza:

_ ¿Le importo a Dios, por qué Dios no me escucha o permite esto, a nadie le importo?

Una persona desanimada tiende a ser crítico, contra uno mismo y contra los demás.

Una persona desanimada comienza a dejar de sentir la presencia de Dios en su vida y como consecuencia deja de orar.

Una persona desanimada abre puertas al temor, a la soledad, a la autocompasión, al miedo, a la incredulidad.

¿Cómo vencer el desánimo?

Tengo que identificar la situación que me llevó a estar bajo desánimo  y con la ayuda del Espíritu Santo vencer.

Lo identifico y lo renuncio en el nombre de Jesús. 

Pedirle a Dios que me muestre como Él me ve y no como yo o los demás dicen que soy.

Cuándo nos invaden pensamientos de desánimos aprendamos a identificarlos y a preguntarnos:

¿Realmente estos pensamientos vienen de Dios?

¿Tengo paz en mi corazón con esta situación?

Permitamos que Dios hable a nuestro corazón, siempre Él se va a manifestar, ya sea con la palabra de alguien, con una enseñanza, con una prédica, con la Biblia, con el Espíritu Santo hablando a nuestro interior, etc. 


Oremos:

Dios en el nombre de Jesús te pedimos perdón por nuestros pecados.
Renunciamos ahora a todo desánimo, a toda falta de fe, de esperanza.
Todo lo que nos genera inquietud y angustia lo ponemos ahora en tus manos.
Necesitamos ser libres de todo temor, toda queja, crítica, ansiedad, inseguridad, y toda situación que se presenta a nuestra vida como si fueran enormes gigantes.
Te pedimos perdón por haber quitado nuestra mirada hacia vos para ponerla en lo que nos rodea. 
Espíritu Santo te pedimos que nos llenes de tu presencia, que tu paz inunde nuestra vida y nuestro hogar.
Te necesitamos, amén.

Salmos 27:14 Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!

Con cariño: Tere.

Bendiciones.





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