Despedir rayos de luz.
Sobresalir, aventajarse en algo.
Reflejar gran alegría o satisfacción.
La Palabra de Dios nos anima a resplandecer, pero primeramente nos llama a levantarnos.
Levantarnos, quiere decir que podemos estar acostadas, inclinadas, agachadas, sentadas, pero justamente lo que no estamos es erguidas.
Debemos identificar de qué nos tenemos que levantar.
Levantarnos nos habla de ponernos de pié, de incorporarnos, de reconocer nuestra condición y decir… ¡Basta, hasta acá llegamos, nos vamos a levanta en Cristo Jesús, porque de Él viene nuestra fortaleza!
Hay que levantarse de: La falta de perdón, culpa, amargura, odio, peleas, enojo, tristeza, aún enfermedad, dolor, angustia, soledad, rechazo, incredulidad, queja, crítica, pensamiento de muerte, intento de suicidio, etc.
Hebreos 12:15 Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;(contamine a muchos).
Hoy es el día de identificar todo aquello que nos mantiene doblegadas y renunciarlo en el nombre de Jesús.
Luego pidamos al Espíritu Santo que nos llene de su presencia y llenemos así nuestro corazón de la Palabra de Dios.
¡Hoy es el día de despedir, irradiar, impactar la vida de los demás, con la luz de Jesús, esa luz que primero debe resplandecer en nuestra vida, ya qué no podemos dar lo que no tenemos!
Con cariño: Tere.
¡Bendiciones!
¡Bendiciones!
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