¡Sé feliz!

¡Sé feliz!
¿Qué es lo qué te preocupa tanto?
¿Qué es lo qué te hace derramar tanto llanto y dolor?
¿Acaso te olvidaste, qué Jesús cada día, camina con vos?

¡Sé feliz!
Y aprendé a sonreírle a la vida.
A observar a los pájaros y deleitarte con su melodía.
Aprendé a escuchar el canto de tu corazón.
Ese canto que exprese adoración a Dios.

¡Hoy puede ser tu mejor día!
¡El día qué la bendición de Dios

Golpee a la puerta de tu precioso corazón!
Y mirarás feliz y te reirás del mañana.
Sabiendo que en Jesús 

Siempre hay un nuevo amanecer.

A veces pensamos que nuestra felicidad depende de los demás y no nos damos cuenta que nosotros mismos somos los responsables de ir tras ella.

Me encanta este texto:

Juan 1:16 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia,

Plenitud viene de la palabra pleno, que significa estar completo, lleno.

Y es en ese término que pienso, en que en Jesús debemos estar completos, llenos de su amor y su presencia, entonces, cuando aprendo a poner mi mirada en Él, (Hebreos 12:2), ya no me va a preocupar o no voy a culpar a nadie por no ser feliz.

Sino por el contrario, voy a aprender a mirarme como Jesús me ve y a vivir una vida plena, llena y saludable, como Jesús desea que viva. 

Para este día, sé feliz, porque en Jesús siempre se puede volver a empezar, en Él está nuestra victoria.

Vivamos en su gracia, vivamos envueltos de su amor.

Bendiciones.