Estuve leyendo la Biblia y orando a mi amado Dios; como ya saben no comienzo mi día sin pasar tiempo con Él, sin decirle cuánto lo amo, sin agradecerle, sin adorarle y sin poner ante su presencia las peticiones de mi corazón.
He descubierto a lo largo de todos estos años lo importante que es orar, interceder, clamar, ponernos en la brecha por alguien, es realmente poderosa la oración de los hijos de Dios y ninguna de ellas vuelve vacía; porque tenemos un Dios Padre Amoroso, que no solamente oye nuestro clamor; sino que también responde a cada uno de ellos, conforme a sus tiempos y a su bendita voluntad.
El tema está en saber esperar, en no desanimarnos, en no bajar los brazos, nunca debemos pensar que Dios no nos escucha o que tal vez le estamos pidiendo mucho.
!Dios es nuestro Padre y se deleita en escucharnos y en amarnos cada día!
Muchas veces me encuentro con personas o algunas me escriben y piensan que por mi manera de escribirle a Dios, o por mi testimonio de sanidad, o por mi manera de dar su Palabra, no vivo luchas o no paso por pruebas.
Bueno, lamento defraudar a alguien, pero en realidad, mi manera de orar con tanta fe, mi manera de escrirle a Dios, mi manera de llevar su Palabra es justamente por aquellos momentos difíciles que Dios ha permitido en mi vida y que me han hecho crecer, y me han hecho madurar y fortalecerme en Cristo Jesús.
Sé el Dios maravilloso que tengo y nunca Él me ha dejado sola, por el contrario el Espíritu Santo me ha fortalecido y me ha llevado a tomar la victoria y la bendición que Dios tiene para mi vida y mi familia.
Pero amadas, les puedo asegurar que en mi vida se han presentado desafíos y gigantes tan grandes que si no tuviera a Dios de mi lado, no sé que sería de mí.
Él ha sido y es fiel conmigo al igual que con ustedes, no debemos nunca soltarnos de su mano, debemos entender que estar en su presencia, escondidas debajo de sus alas es nuestro mejor lugar para ser sanadas, restauradas y animadas a seguir adelante.
Les voy a regalar lo que le canté esta mañana a Dios, dejen que el Espíritu Santo las llene hoy y que Él ponga música en sus labios.
Rey del universo, Amado mío.
Eres mi esperanza, en Tí confío.
Eres todo lo que tengo y jamás te dejaré de amar.
Estoy enamorada de Tí Jesús.
Anhelo tu mirada y quiero oír tu voz.
Dame de tu paz y de tu amor.
Dame de tu fe y de tu esperanza.
Hoy derrama en mí más de Tí.
Estoy enamorada de tu presencia.
Siento tu gran amor y tu mano de poder.
Tu sanidad divina y tu restauración.
Tu unción, tu amor y tu amistad, desata hoy.
Debajo de tus alas yo moraré.
Mira hoy mis manos, adorándote están.
Vengo en oración a postrarme hoy.
Y te doy las gracias por tu gran amor.
Rey del universo, Majestuoso Dios.
Señor Jesucristo, eres El Gran Yo Soy.
Espíritu Santo derrama de tu unción.
Inunda hoy mi vida de tu paz y amor.
Rey del universo, a Tí clama mi ser.
Eres mi amigo, quien me ayuda a vencer.
Amo tu poder y tu majestad.
Qué tu Espíritu Santo llene mi vida con tu verdad.
Bendito Dios, levanto mis manos a Tí.
Y te reconozco como mi Señor.
Eres mi esperanza y mi salvador.
Qué tu santidad fluya hoy Señor.
Salmo 91:1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
91:3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
91:4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
91:3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
91:4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Santiago 5:16 .......La oración eficaz del justo puede mucho.
Jeremías 33:3 Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Salmo 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
34:2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
34:2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
Salmo 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Quiero alentar tu vida en este día, no te olvides que Jesús está a tu lado, que no te deja, que Él llenará tu boca de alabanza, que su Santo Espíritu te sostiene.
No te olvides que Él te levantará, que ungirá con aceite tu cabeza, que tu copa va a estar rebosando, que Él se encarga de quienes te angustian, vos tenés que perdonar y ponerte en las manos de Dios.
No mires hacia atrás, extendete en Cristo, salíte del encierro mental en el que estás metida; tenés que recibir vida en Cristo, vos valés mucho para Él.
El bien y la misericordia de Dios te van a seguir, creelo, declaralo, ponete de pié por dentro, a pesar de tu dolor, de tu enfermedad, o de cualquier situación que te está encerrando y haciendo sentir que estás en un pozo oscuro y frío, hoy te animo a que te levantes en el nombre de Jesús.
Y así como Dios lo hizo conmigo, lo hará con vos y aún cosas mayores hará con tu vida y tu familia, porque Él no hace acepción de personas.
!Vamos amiga, en dónde estés, andá a lavarte tu cara, dejá de llorar y angustiarte, pintate, arreglate, ponete perfume, sonreí, dejá qué Dios sane tus heridas, tenés un Dios muy grande y Él te está golpeando la puerta de tu corazón ahora...por favor...abrile, dejá que te restaure, dejá que te sane, dejá que te hable, dejá en sus manos tu vida, entregale todo tu corazón!!
!Vale la pena seguir a Cristo...hay victoria en Él y por Él!!
Te amamos y te decimos que nuestra vida, nuestra casa, nuestra familia, te pertenecen solo a Tí.
Con cariño: Tere
!Qué Dios te bendiga!
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