Pero en ese te lo cuento para orar, vos ya sos la número 1000 de la lista, quiere decir que hubo 999 personas antes que vos que se enteraron sobre aquello que solo era un tema de reserva y oración.
Cuando servimos a Dios y ayudamos vidas escuchándolas y aconsejándolas, en primer lugar no debemos olvidar que dependemos totalmente de la guía de Dios, de la obra del Espíritu Santo obrando a través nuestro. Y después debemos tener marcado a fuego en nuestro corazón que cuando alguien nos comparte algo, debemos tener reserva por nuestra parte, porque debe funcionar como un sacerdocio, debemos ser personas llenas del Espíritu Santo, leales, fieles, discretas, respetuosas, empáticas, compasivas, etc. por consiguiente debemos ser imitadoras de Jesús.
Una cosa es pasar por una situación difícil y llamar a alguien de confianza para que nos apoye en oración, nos aconseje y nos guíe; y otra cosa es llamar a todo el mundo para criticar, quejarse, y aún ponerse en contra de Dios por lo que está pasando.
Hay que hacer silencio en la presencia de Dios y esperar en Él, hay que orar con un corazón humilde y con fe, hay que descansar en los brazos de Dios porque solamente en Él está nuestra victoria.
Cuando Dios me da el honor y la oportunidad de poder ayudar a alguien, lo primero que hago interiormente es orar y clamar, me hago a un costado como Tere, no quiero nada mío allí, somos herramientas en las manos de Dios, debemos ser responsables, obreros fieles y aprobados, aptos para su buena obra. No nos podemos olvidar que sin santidad nadie verá a Dios y en esa santidad entra nuestra reserva hacia el otro, no podemos escuchar a alguien y mientras tanto pensar en salir corriendo para contarle a todo el mundo lo que nos confidenciaron.
Hay que ser responsables, hay que ser sabios, prudentes, teniendo una vida en oración, esa oración tan íntima que solo se consigue entrando en el secreto de Dios.
Levítico 19:16 No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.
Proverbio 16:28 El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.
Proverbio 20:19 El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
Colosenses 4:6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno
Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Jeremías 23:22 Pero si ellos hubieran estado en mi secreto,
habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo,
y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
Para poder aconsejar con sabiduría de Dios, para ser compasivos y respetuosos, para tener discernimiento espiritual, para ver frutos, para poder ayudar a otros a volver de su mal camino.... !Hay qué estar en el secreto de Dios!!
Pero a veces me doy cuenta, que no todos están dispuestos a pagar el precio de encerrarse en intimidad con el Espíritu Santo para primero morir a uno mismo y así poder dar lo que Dios tiene preparado.
Con cariño: Tere
!Qué Dios te bendiga!
Boa tarde,!!
ResponderEliminarbelíssimo Post.
Parabéns...
ABRAÇOS
Sinval
Hola Sinval, muchas gracias por tu mensaje, aprecio mucho tus palabras Qué Dios te bendiga y buen fin de semana! Tere
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