Hoy a la mañana estuve meditando en el libro de Romanos 8 en el Nuevo Testamento.
Y en especial el versículo 26 que lo leo tan a menudo, hoy debido a mis oraciones específicas, tocó mi corazón aún más que otras veces.
Romanos 8 :26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Después de leer esta Palabra, incliné mi rostro y le dije a Dios....
__Padre, en el nombre de Jesús, necesito que el Espíritu Santo afine mis oídos espirituales, para así saber orar como me conviene, porque necesito orar la oración que viene directamente de tu corazón.
No quiero orar conforme a mi necesidad, a mi petición, a mis emociones; sino quiero orar bajo tu voluntad. Amén.
Te animo en este día a que medites en todo el libro de Romanos 8, te va a ayudar, a aclarar cual es la manera que Dios desea que vivas, conforme al Espíritu y no a la carne. Y por supuesto te va a alentar al igual que a mí, saber que el Espíritu Santo constantemente intercede con gemidos profundos, por cada uno de nosotros, aquellos que hemos creído y recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
No dejes que el enemigo te engañe, nada ni nadie te va a separa del amor de Dios en Cristo Jesús.
Romanos 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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