Hola... Bendiciones.
Era ya después del mediodía cuando regresé a mi casa. En particular hoy me sentía un poco cansada, me senté en mi cocina, allí acurrucada en mi silla y conversé con mi amado.
Me encanta hablar con Jesús, Él es mi amigo. Me gusta contarle cuando estoy contenta, cuando me preocupa algo, cuando me siento mal, cuando tengo planes, etc. Sé que a Él le interesa todo lo relacionado a nosotros sus hijos. Y de repente, cuando cerré mis ojos entregándome ante su presencia, sentí como si su mano suave y delicada acariciara mi mejilla.
Era un calor sin igual, mi pecho latía de emoción. Sentirte amada te llena el alma, te inunda el corazón, te perfuma la vida y te lleva a levantarte en fe, sabiendo que tu Amado está a tu lado.
Entonces pensé en tantas mujeres que nunca sintieron el amor de un padre, la caricia de un esposo y mucho menos se han permitido sentir el abrazo de Dios.
Tengo tanta necesidad querida amiga, a tan sólo días de conmemorarse el día Internacional de la mujer; a que te permitas amar y ser amada por Dios. Solamente Él puede darte paz, llenarte de su amor y de su presencia. Solamente Jesús puede cambiar tu lamento en baile y llenarte de su fragancia suave, de su sonrisa tierna y de su precioso amor.
Si padecés violencia, pedí ayuda, nunca Dios diseñó tu vida para que fueras maltratada, ofendida, abusada, etc.
Las mujeres somos gran tesoro para Dios, somos la niña de sus ojos, somos dadoras de vida, somos quienes hacen parar el mundo, cuando clamamos desde lo profundo de nuestro corazón a Dios.
Amada, nunca te sientas sola, nunca permitas que te hagan creer que no valés, que no vas a poder levantarte en Cristo Jesús. Tenemos un Padre Celestial poderoso y amoroso que no hace acepción de personas. Para Dios todos sus hijos somos iguales y Él se deleita cuando le adoramos y le buscamos en espíritu y verdad.
No esperemos ser perfectas para acercarnos a Dios, eso es imposible. Preocupémonos por tener un corazón alineado a su corazón y seamos mujeres sencillas y apasionadas por Jesús. Sencillas para transmitir de su Palabra, de su infinito amor y apasionadas para amarle y servirle con todo el corazón.
En este día, en donde te encuentres, no importa tu situación, ni tu condición, sino solamente cerrá tus ojos, abrí tu corazón a Cristo y dejá que Dios te acaricie el rostro y te inunde con su gran amor.
En caso de violencia de género, en Argentina, podés llamar gratuitamente los 365 días del año, las 24hs. del día a los siguientes números:
0800- 666- 8537 ó al 144.
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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