Pensaba en el otoño, las hojas de los árboles se ponen amarillentas y se caen. Todo gradualmente va cambiando a nuestro alrededor y muchas personas se deprimen al saber que en unos meses entraremos en el frío invierno.
Pero en lo personal estaba meditando en esta mañana sobre este tema. Hablaba con Dios en cuanto a lo que significa cada cambio de estación y en especial no quiero dejar pasar por alto este bello otoño.
Le pedí a Dios que trabajase en mi vida, que quitase esas hojitas amarillentas que de nada sirven. Le dije que podara cada rama en mí, aquellas que no daría hojas verdes y frutos en el verano que viene.
Le pedí que quería beber de sus ríos, que limpiara mi vida, que moviera mi tierra, que su favor me rodee y su misericordia sea nueva en mi vida y en mi hogar.
Hay tanto por hacer en las manos de Dios, siempre somos llamados a cambiar, a mejorar, a crecer, a vivir en victoria en Cristo Jesús.
Debemos dejar que Dios nos esconda en la palma de su mano para que pueda obrar en nuestra vida.
No sé en que Hemisferio estás, si es en el norte, la primavera rodeará tu vida y te llenará de bellas flores y el canto de los pájaros.
Y si estás en el Hemisferio sur, dejá que el otoño te sorprenda, porque aunque todo a nuestro alrededor comienza a caerse, y parecería que el cielo se torna gris. Si reposamos en Cristo Jesús, en nuestro corazón habrá siempre una primavera constante, con bellas flores, con agua viva, con el perfume fresco de Jesús, la rosa de Saron.
Padre amado, precioso y querido, venimos ante tu presencia en este día para pedirte en el nombre de Jesús que perdones nuestros pecados.
Te rogamos que la presencia del Espíritu Santo llene todo nuestro ser y nuestra familia.
Te entregamos a Tí este cambio de estación, te consagramos nuestra vida y nuestro hogar.
Señor amado, trae sanidad divina a quienes lo necesiten, trae liberación, restauración, prosperidad y nuevos comienzos en Cristo Jesús.
Te amamos, te bendecimos, te damos las gracias por permitirnos entrar a una nueva etapa, en dónde Tú tienes planes de bien y de paz para tus hijos.
Amén.
Jeremías 29:11 Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. |
12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a Mí, y Yo os oiré; |
13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. |
Con cariño: Tere.
¡Qué Dios te bendiga!
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