domingo, 15 de enero de 2012

"SEGUIMOS CONFIANDO EN EL CUIDADO DE DIOS"

Cuando estaba enferma de Síndrome de Fatiga Crónica, las noches para mí eran eternas, ya que por los fuertes dolores no podía dormir.
La taquicardia me invadía, la fiebre recurrente, el pánico y las náuseas, me hacían sentir que la noche iba a ser muy, pero muy larga.

Pero un día el Salmo 4:8 comenzó a resonar en mis oídos y Dios trajo luz a mi mente cansada.

Salmo 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Comencé cada noche, no como una repetición, sino creyendo con todo mi corazón a declarar estas palabras y tomarla para mí.
Comencé a sentir la paz interior de sentirme cuidada y acompañada por Jesús, comencé a experimentar la presencia del Espíritu Santo sobre mi vida como nunca antes.
En esas noches de dolor, Dios comenzó a poner paz en mi corazón y la enfermedad comenzó a ocupar en mí el segundo plano.
Tal fue así que al llegar cada noche y apoyar mi cabeza en la almohada ya estaba practicamente dormida, con una paz interior y la confianza interna de sentir que estaba descansando en las mejores manos, las manos del maestro, las manos dulces de Jesús el Nazareno.

Te animo a declarar estas palabras del Salmo 4:8 para tu vida, pero no es un rezo, no es un simple escrito, así no sirve; la Palabra de Dios es viva y eficás, siempre actual y siempre vigente.

Dios está con vos, Él te ama y desea que descubras en Él a un gran amigo fiel.


!Qué Dios te bendiga!

4 comentarios:

  1. Mi querida Tere, tus testimonios son muy edificantes, es hermoso y alentador leer tus reflexiones y saber que Dios nos ama, que nunca duerme y que siempre está a nuestro lado. Que el Señor te colme de bendiciones, recibe un fuerte abrazo.

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  2. Mi querida hermana Tere me emocionó leer este tu testimonio de tus noches, tan parecidas a mis noches, al igual que tu cuando los dolores me impedían no solo dormir sino el estar acostada, los lagrimas en mis ojos llorando me acostumbre a pedirle a suplicarle a Dios que me aliviara y mientras le oraba me quedaba rendida hasta el día siguiente, siempre sentí sus amorosos brazos al rededor de mi cada noche de dolor y era así como lograba dormir, hacia un alto al dolor y suplicaba en oración al Señor que me aliviara para poder dormir y en medio de la oración me dormía plácidamente hasta el día siguiente,en el que volvían los dolores pero en el día eran mas soportables que en la noche, mis noches se las entregaba a Dios, y aunque no me sabia este Salmo, ni lo recitaba en consecuencia, si me dormía confiada y en paz, gracias amiga bella por compartir tu testimonio, recibe un abrazo en unión de los tuyos los amo

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  3. Hola Tere, desde Paraguay te escribo, y te agradezco tus tan valiosas y edificantes palabras, más en este tiempo de restauración en mi vida, en la busqueda permanente de la Presencia de nuestro Señor, en este tiempo que estoy aprendiendo a esperar en su tiempo.... te bendigo en el nombre del Señor Jesús Hermana!!!!

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  4. Amigas queridas muchas gracias por sus palabras, por el cariño que me brindan, bendicen mi vida. Dios les bendiga. Tere.

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