Y allí frente a mí estabas Tú.
Me llamaste por mi nombre
Y me sacaste de la esclavitud.
Me tomaste de la mano
Y junto a Tí me cobijé.
Me acariciaste el rostro
Soplándome aliento y paz.
Me incorporé despacio
Como acariciando el viento.
Me recosté en tu pecho
Escuchando el latir de tu corazón.
Me permití amarte y ser amada.
Y te entregué mi alma con devoción.
Desde aquel día que llegaste a mi vida
Me hiciste nueva criatura, una nueva mujer.
Y cada día como pequeña niña
Voy a tu presencia para descansar.
No sé vivir si no te tengo
Sos mi todo, mi manantial en el desierto.
Sos mi refugio, El Gran Yo Soy
El que cautiva de amor mi corazón.
Y en mis labios pusiste un nuevo canto
Una melodía que jamás antes conocí.
Y te derramaré alabanzas mientras viva
Porque de Tí estoy enamorada.
Por siempre te seguiré en la vida
Porque nunca olvidaré aquel día...
Que me tomaste de la mano
Y me llamaste por mi nombre.
Te amo Jesús: Por siempre y para siempre nos une este gran amor.
Tu eterna enamorada: Tere.
Amigas queridas, hoy es el día para levantarnos en fe, en el nombre de Jesús y dejar en sus manos nuestras cargas, nuestro cansancio, nuestros temores y nuestra queja.
Debemos levantarnos en fe, en oración, en santidad, en amor y por ende acariciar el rostro de nuestro amado Señor clamando por su bendita presencia.
No podemos vivir sin la guía y la presencia del Espíritu Santo, debemos reconocer que le necesitamos, que si no le tenemos a Él, nosotras hacemos lío.
Mi meta es ser sabia, una mujer que se levanta en fe por medio de Cristo Jesús y toma en Él todas la promesas que están en la Biblia para nuestras vidas.
Deseo cada día que haya menos de mí en todo lo que hago, digo y soy; para que Jesús así crezca en mi corazón y pueda vivir una vida en obediencia, conforme a su bendita voluntad.
¡Qué hoy sea un día en el cual el Espíritu Santo ponga un nuevo canto en tus labios, una nueva melodía en tu corazón!
Te animo y aliento a levantarte en fe, a pesar de cualquier situación adversa que te está tocando vivir.
Hoy ponete de pié por dentro, dejá que Dios te tome en sus manos, dejá que Jesús derrame su obra redentora en tu vida, dejá que El Espíritu Santo te llene de su presencia.
Filipenses 4: 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
51:11 No me eches de delante de Tí,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
51:11 No me eches de delante de Tí,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que
te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia.
Isaías 41:13 Porque Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Con cariño: Tere
!Qué Dios te bendiga!
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