Si estás de novia y sentís que estás bajo una relación violenta, o tal vez no te das cuenta, pero tu entorno te lo hace notar, o tal vez pensás que él te ama mucho, porque te cela y te golpea; por favor, lee esta nota y evalúa cómo es tu noviazgo, cómo se comporta tu novio con vos.
O quizás conocés a alguien que está pasando por esta situación, por favor leele este material.
Tiene un bajo concepto de la mujer en general, que se expresa en críticas, burlas, chistes, expresiones y conductas discriminatorias. Todas las demás mujeres, a excepción de la novia, son brujas, locas, prostitutas, etc. Obviamente, con el tiempo ella también recibirá estos adjetivos.
Por momentos idealiza a la novia, hablando cosas maravillosas de ella, pero con la misma facilidad la denigra y critica. En muchos casos, se da la «doble fachada»: es amoroso con ella en público pero la maltrata en la intimidad.
Tiene altas exigencias hacia ella. Pretende que ella se vista, se maquille y actúe como él quiere.
El control marca casi todos los aspectos de la relación, y no la mutua interdependencia. Suele ser posesivo hasta el extremo. Ambos sufren; él por su inseguridad que no se sacia con nada que ella pueda hacer o dejar de hacer, y ella porque no puede ser libre.
Se enoja fácilmente, dado que no cuenta con recursos para tolerar la frustración. Tiene un alto nivel de agresión verbal, que suele predecir la violencia física que se dará más adelante. Ante un arrebato de ira puede perder el control y empujar a la novia, o zamarrearla o tirarle el pelo. Se «arrepiente» rápidamente por el miedo a perderla, especialmente si ella amenaza con cortar la relación. Sin embargo, al poco tiempo repite la conducta.
Cuando ella reacciona con enojo o reproches al maltrato, la acusa de loca, exagerada, histérica, etc., con lo cual la culpa recae nuevamente sobre ella.
Nunca admite equivocarse. No pide disculpas porque no reconoce sus errores. Hacerlo lo haría sentir disminuido frente a ella. La mayoría de las veces ella asume que es la culpable de las situaciones que se generan, por cansancio, para tener un poco de paz, o porque realmente lo cree así.
Al maltrato verbal suele agregarse la manipulación a través de la indiferencia, el enojo o el silencio. Se muestra ofendido y rara vez expresa por qué. Es una forma más de maltrato emocional, haciendo abuso de poder.
Amenazas: a su integridad física, a revelar secretos de su intimidad, a cortar la relación si ella no se somete. La relación se basa entonces en un pacto de silencio, que impide la ayuda externa.
La manipulación adquiere forma de amenaza con temas de locura o de muerte de sí mismo o de ella. «Si me dejás me mato, o me voy a volver loco.» «Sos mía o de nadie más; si te veo con otro te mato y después me mato yo.» Produce miedo y culpa en ella, con lo cual la inmoviliza y no puede decidir en libertad sobre la relación.
Muchas parejas terminan teniendo relaciones sexuales no consentidas por ella, lo cual constituye una violación, tal como puede ocurrir también en el matrimonio. Justamente se usa la expresión «violación por confianza», cuando el encuentro sexual se produce por presión psicológica o es forzada físicamente, dentro de una relación de pareja consensuada. Es frecuente que la inicie sexualmente y luego la abandone, incluso estando embarazada. Demás está decir la humillación, la culpa, los sentimientos de indignidad e impotencia que acompañan a la joven en estos casos.
No es necesario que se presenten todas estas características para afirmar que estamos en presencia de violencia en el noviazgo; bastan una o algunas de ellas, y que se den en forma recurrente. Aunque la violencia en la pareja es predominantemente masculina, no desconocemos que algunas de estas características pueden encontrarse también en la mujer, sobre todo la manipulación, el control y los celos desmedidos.
(Material extraído del Instituto Eirene Argentina)
ATENCIÓN:
Si estás sufriendo violencia, salíte urgente de esa situación, pedí ayuda, rompé el silencio, contale a alguien lo que te pasa.
Si estás bajo un noviazgo violento tenés que entender que el amor no es así, el amor es respeto, nunca te va a golperar, maltratar y humillar.
La persona violenta debe reconocer que lo es y así pedir ayuda, porque de otra manera siempre va a estar encerrado en el círculo de violencia y en ese círculo te tiene atrapada a vos.
Dios te ama, Jesús dio su vida por amor a vos, Él nunca vino a morir en la cruz y luego resucitar para que vos seas maltratada, por el contrario Él vino para que tengas vida y la tengas en abundancia.
Llamá al 0800-666- 8537 (MUJER) Línea gratuita en toda Argentina.
Con cariño: Tere.
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