A lo largo de mi vida, viví diferentes situaciones, algunas buenas, otras no tantas.
Como siempre digo mi mayor tesoro son Jesús y mi familia, me siento tan honrada y bendecida por tenerlos y por poder disfrutarlos.
Desde que nací, siempre me destacaba por ser alguien que padecí diferentes temas en mi salud, algunas físicas y otras emocionales que repercutieron en mi todo mi ser.
Pero cuando me enfermé de Encefaliomelitis Miálgica, fue una etapa muy dificil de transitar, con un muy mal diagnóstico, en donde muchas veces sentí que se me iba la vida.
Siempre digo que si no tuviese a Jesús en mi corazón, no sabría como llevar adelante mi diario vivir.
Y si bien soy una mujer de fe, también soy una mujer con una manera de ser en donde tuve que luchar mucho con el temor, el miedo y la culpa. Y sin lugar a dudas son áreas que no me puedo descuidar.
Dice la Biblia que todo nos ayuda a bien, a los que aman a Dios.(Romanos 8:28)
Sé que Dios no me mandó esa terrible enfermedad, pero tengo bien en claro que se valió de ella para transformar mi vida.
Somos consecuencias de nuestras decisiones, y me alegra tanto haber decidido seguir a Jesús y creer en Él.
Dios usó esa enfermedad, al igual que muchas situaciones para transformarme para bien.
Él transformó mi mente, comenzó a sanar mis emociones y por ende mi físico.
Él puso vida a mi espíritu en ese entonces abatido, para llevarme al plano sobrenatural y conquistar en Cristo Jesús mi milagro.
Jamás imaginé, que siendo una mujer enferma, encerrada en las cuatro paredes de mi habitación, un día el Esp. Sto. me iba a llevar a escribir dos libros.
Tengo en mis manos mi segundo libro, Historias con nombre de mujer. Y sin lugar a dudas, para poder escribirlo, primero me animé a escribir en Jesús mi propia historia, esa historia de amor y transformación que solamente Él nos puede dar.
Siempre, pero siempre, Él llega justo a tiempo y nos socorre, nos rescata, nos bendice y nos restituye todo aquello que el enemigo nos robó. Dios es fiel con sus hijos.
No sé por la situación que estás atravesando, pero te invito a que le des tu vida a Jesús y dejes que Él transforme en bendición todo aquello que sentís te está agobiando.
Jesús te ama, Él está con vos, para Él sos su mejor melodía de amor.
No dudes en enviarme tu pedido de oración, con todo gusto estaré orando por vos. Hay poder en Jesús.
Te dejo mi mail, escribime.
tere-b@hotmail.com
Bendiciones.
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