El cielo celeste se asoma tímidamente ante mí.
El mar con sus olas, danzan frente a mí.
La brisa ya fresca anuncia que cae la tarde.
Y las gaviotas dibujan con sus alas
un vuelo perfecto que me invitan a observar.
Todo ocurre frente a mí.
Gracias a Dios que todo lo hizo perfecto.
Gracias a Dios que creo el universo.
Gracias a Dios que nos regala cada día,
tanta belleza para deleitarnos y disfrutar.
Con cariño: Tere.
Bendiciones.
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