Fui allí que recordé las veces que caminaba con mi mirada gacha, sin observar nada de lo que había a mi alrededor. Tal vez la enfermedad que estaba atravesando en ese entonces, o quizás los temas emocionales no resueltos, o los problemas que me enfrentaba día a día, me fueron llevando a tener mi mirada al piso, sin levantarme y poder ver en las alturas, allí en el plano sobrenatural donde ocurren los milagros.
No sé por la situación que estés pasando, lo que sí sé es que a Dios no le es indiferente tu dolor y situación.
Te invito a que puedas identificar todo aquello que te mantiene con la cabeza gacha, envuelta en soledad y opresión.
La Biblia nos dice:
Mateo 11:28 Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Jesús mismo nos está invitando a ir a Él y entregarle todo aquello que no nos deja avanzar y nos mantiene con la mirada gacha, robándonos así la fe y la esperanza de ver lo que Dios hará a nuestro favor.
Oremos:
Dios, en el nombre de Jesús te pido perdón por mis pecados, te entrego toda mi vida.
Renuncio en el nombre de Jesús a todo lo que me roba la paz, la esperanza y me mantiene con la cabeza gacha, mirando el piso, sin poder levantar mi mirada para poder deleitarme con todo lo que vos tenés preparado para mí y los míos.
Espíritu Santo te necesito, necesito que me llenes de tu presencia y que me ayudes a ver con los ojos de la fe, conquistando así en el nombre de Jesús mi milagro.
Amén.
Con cariño: Tere.
Bendiciones.
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